El Lada Granta ha comenzado oficialmente su fabricación en Rusia tras varias semanas de incertidumbre por la falta de piezas. Bajo la denominación «Classic 22» se comercializa una variante que ha tenido que modificar hasta la legislación debido a que no cumplía con las normativas vigentes.
De entrada bajo el capó esconde un motor de 1,6 litros y 90 CV muy parecido al que llevaban los anteriores pero sin tanta electrónica. Esto ha provocado que en lugar de ser un Euro 5 solo supera la Euro 2, siendo un coche mucho más contaminante que el anterior.
Otro punto en el que no brilla es en la dotación de seguridad que se queda lejos de los mínimos aceptables. Aquí ya no hay control de estabilidad ESP y sorprendentemente tampoco sistema de frenos ABS, volviendo unos 20 años atrás en el tiempo. Esto sin duda es una mala noticia para los usuarios.
Lo que sí llevan sin coste adicional es calefacción (olvida el aire acondicionado), espejos térmicos, elevalunas eléctricos delanteros, cierre centralizado, ordenador de viaje, tapacubos en llanta 14 pulgadas, luces diurnas, dirección asistida y anclajes ISOFIX.
En pocas semanas esperan tener listas algunas unidades equipadas con ABS. Este sistema será suministrado por una empresa china junto al control de estabilidad que también podría sumarse aunque con un coste adicional. No hay que olvidar que este Granta tan básico no es más barato que antes de las sanciones, con un precio que arranca en los 678.300 rublos, unos 11.110 € al cambio actual.