Bienvenidos al pasado. Así se podría definir la nueva gama Lada que podrá adquirirse a lo largo de los próximos meses en Rusia. Tras la salida de Renault del accionariado las cosas se le han complicado todavía más al fabricante que ahora busca fórmulas para no caer en la bancarrota.
Responsables de la empresa ya han anunciado que en los próximos meses se venderán coches muy específicos bajo la denominación «Serie Especial». Destacarán por incluir una dotación muy inferior a la habitual y además motorizaciones viejas bastante contaminantes.
Gracias al apoyo del gobierno que ha modificado las normativas para adaptarse a la nueva situación, Lada podrá equipar motores Euro 2 en sus nuevos modelos. También se les permitirá dejar fuera del equipamiento elementos como los airbags, el ABS o el control de estabilidad.
Otros equipamientos que no podrán incluir son el sistema de navegación Glonass y estrenarán asientos más delgados procedentes de otras marcas locales. La idea es poder fabricar unas 30.000 unidades mensuales de los vehículos sencillos mientras duren las sanciones.
El cambio en las normativas de seguridad y emisiones será válido por ahora hasta febrero de 2023 para garantizar que las empresas locales puedan seguir operando en la medida de lo posible. Curiosamente solo será válido para los productos locales dado que los importados deberán seguir equipando motores modernos y dotación de seguridad.