El Lada Vesta fue el año pasado el vehículo más vendido del mercado ruso. Además tiene una demanda muy importante en Ucrania, Bielorrusia, Kazajistán y se comercializa en lugares como Egipto o Libia con cierto éxito especialmente en formato sedán.
Para seguir garantizando una demanda elevada, el Lada Vesta ahora recibe un lavado de cara que lo actualiza en lo más importante: exterior, habitáculo y equipamiento. La firma habla de una nueva generación pero realmente es un restyling medianamente profundo.
Exteriormente lo más destacable es la llegada de un frontal más atractivo que por fin incorpora la tecnología LED para las funciones principales de los grupos ópticos. Esta tecnología también se usa en los pilotos traseros y es aquí dónde LADA introduce sus siglas en gran tamaño, algo que quizás no guste demasiado.
Por ahora la marca no ha mostrado imágenes del interior pero algunos medios indican que contará con un salpicadero más actual, equipos multimedia con mayor conectividad y nuevos mandos de climatización. La instrumentación posiblemente también reciba modificaciones.
Entre el equipamiento que se ha confirmado hay que señalar además de los faros LED, los sensores de aparcamiento delanteros y traseros (con más sensores), monitor de objetos en ángulo muerto, alerta de carril involuntaria, lector de señales de tráfico y aviso pre-colisión. En cuestión de unos días sabremos más.