No hay forma humana de producir el Lada Vesta en suelo ruso. Por más que lo están intentando los ingenerios de la firma en Rusia sin tener opción a las piezas de Renault es técnicamente imposible continuar con la producción de varios modelos, especialmente el Vesta.
Hasta ahora el pilar fundamental de la marca rusa, el Lada Vesta cuenta con muchos puntos en común con varios vehículos de Dacia y Renault, incluyendo componentes, motorizaciones, cajas de cambios y casi toda la electrónica. Comparten algunos casos incluso mandos y botoneras.
Las sanciones impuestas a Rusia están haciendo efecto y por más que se busquen empresas auxiliares capaces de proveer a las factorías, por ahora no hay suficientes componentes para terminar los vehículos. Según fuentes de la empresa la producción del Lada Vesta tiene que retrasarse unos seis meses.
¿Tanto tiempo? No dicen la razón pero todo parece indicar, de manera lógica, que en ese periodo de tiempo se podrían adaptar varias empresas para producir esos mismos componentes que antes llegaban desde las plantas de la Unión Europea. Si se incumplen royalties o no parece que es secundario.
Hace poco se anunciaba la producción de algunos vehículos de Lada en Uzbekistán pero esa planta, que depende de piezas importadas desde la Unión Europea, por ahora solo puede surtir vehículos a su mercado local y a otros que no estén incluidos en las sanciones. De no respetar esto se podrían limitar las piezas o incluso cancelar por completo los envíos.