Los coches más deportivos y exclusivos del mundo son también los más caros, por lo que uno de los mercados donde más volumen de ventas tienen es el de Oriente Medio, donde las personas más adineradas parecen no tener problemas para pagarlos con sus petrodólares. Pero claro, si en esos mercados no les supone un gran esfuerzo comprar estos modelos tan exclusivos, es posible que haya dos vecinos con el mismo coche, y cuando te gastas bastante dinero porque has adquirido un modelo deportivo y exclusivo, y resulta que en el garaje de al lado hay otro igual, es lógico que no te haga mucha gracia.
Por este motivo no es raro ver que algunas marcas de coches exclusivos como Ferrari, Bentley o Rolls Royce reciban encargos para que fabriquen un modelo único, o que empresas que se dedican a preparar coches reciban encargos especiales. Es una buena manera de garantizarte que, pagando un poco más (o mucho más), nadie va a tener un coche igual al tuyo.
Es el caso del coche que hoy os traemos, un Lamborghini Aventador LP700-4, totalmente exclusivo, ya que ha sido fabricado por encargo del empresario de Qatar, Jaber Bin Abdallah Al Hmaidi, que pidió que el coche estuviera listo para el festival del Día Nacional de Qatar.
El deportivo italiano ha sido especialmente retocado a nivel estético, y cuenta con varios acentos chapados en oro, tanto en el exterior como en el interior. La empresa encargada de la preparación no se dedica a los coches, pero ante este encargo hicieron una excepción.
Mecánicamente este Lamborghini Aventador LP700-4 no ha sido modificado, por lo que deportivo italiano monta el mismo motor V12 que sale de fábrica, que ofrece 700 cv de potencia y un par motor de 690 Nm. Con este motor acelera de 0 a 100 km/h en tan sólo 2,9 segundos y alcanza una velocidad máxima de 350 km/h. Viendo estas cifras se entiende que no hayan visto necesario retocar nada del motor.
Fuente |Carscoops
la cosa es joder los coches…
Vaya horteradaa
joder que orteras
Pues yo lo veo azul y negro.
Ridículo se queda corto … El Lambo Gipsy
Que mal repartido está el mundo.