Las llamadas a revisión están a la orden del día en muchos de nuestros productos cotidianos y, desde luego, los coches no iban a ser menos. Raro es el fabricante de automóviles que a lo largo de su historia no haya tenido que llamar alguna vez a cientos o miles de unidades a revisión, ya fuera por problemas más o menos graves.
En esta ocasión es el turno de Land Rover, quien se ha visto obligada a llamar a revisión a un total de aproximadamente 22.657 unidades de los Range Rover Evoque y Land Rover Discovery Sport por un problema en la transmisión, y tras la polémica en torno a la palanca de cambios del grupo Fiat Chrysler que acabó con la vida del actor Anton Yelchin, como para arriesgarse.
Concretamente, el problema afectaría a las unidades del Discovery Sport fabricadas entre el 17 de septiembre y el 3 de noviembre de 2014, así como a las del Evoque que fueron fabricadas entre el 15 de julio de 2013 y el 1 de julio de 2015. El fallo se localiza en los sensores de la transmisión, donde varias sujeciones del cableado podrían no estar correctamente fijadas causando que el vehículo cambie a posición neutral de manera inesperada.
Teniendo en cuenta que el riesgo de accidente y de provocar un fallo mecánico grave es elevado, la marca está pidiendo a los propietarios que acudan a sus concesionarios para localizar y solventar el problema, aunque aseguran que será suficiente con una actualización de software que iniciará un modo de «funcionamiento de emergencia» cuando se detecte el problema. Personalmente no encuentro la relación entre un fallo mecánico y una simple actualización de software, ni entiendo por qué no sustituyen las piezas afectadas, pero el proceso de actualización dará comienzo el próximo 14 de octubre. Esperemos que no se extienda a este lado del Charco…
Jabyer Gonzalez Alvarez