Son parte de los problemas del primer mundo. Los robos de vehículos han crecido en Europa y es que en muchos casos, los «malos» lo tienen muy fácil.
En la actualidad, existen decenas de fabricantes que entre sus equipamientos de serie u opcionales ofrecen sistemas «keyless» de acceso y arranque sin llave. Con sólo llevar el telemando en el bolsillo, el coche se abrirá y arrancará sin necesidad de sacar la llave en ningún momento. Sin duda alguna, estos es muy cómodo, sobre todo si vas cargado, aunque el problema es que tal y como os hemos comentado en muchas ocasiones, estos sistemas cuentan con unas importantes lagunas de seguridad que los hacen altamente vulnerables.
Hoy hemos sabido que los expertos de Reino Unido de Hard-Off Security han sacado un sistema que evita la ‘piratería de retransmisiones’, el más grande de los problemas que afecta al robo de vehículos.
Responsable de aproximadamente tres cuartas partes de todos los robos de automóviles, el pirateo de retransmisiones expone una debilidad de seguridad en muchos de los vehículos actuales y le cuesta a la industria de seguros millones de euros en indemnizaciones.
La solución de Hard-Off es la instalación de una «actualización» física en telemando de un automóvil que no altera su funcionamiento pero sí que evita el pirateo de la señal.
Un especialista en lo ajeno es capaz de secuestrar la señal del telemando de tu coche y mediante un sistema de amplificación enviarlo a otro dispositivo que engañará a tu coche, haciéndolo creer que la llave está cerca de él. En menos de 10 segundos, un amigo de lo ajeno es capaz de abrir y arrancar un coche usando este sistema.
Las víctimas a menudo no se dan cuenta hasta que su vehículo ha desaparecido. Una vez que se clona la seña, se evita la seguridad de los vehículos, lo que permite desbloquearlo, arrancarlo y conducirlo, sin importar dónde esté estacionado.
Los especialistas en seguridad no alterarán ni el mando ni las funciones de fábrica pero instalarán un interruptor externo que activa y desactiva el dispositivo aislando la batería.
Se trata de un interruptor magnético que mueve un imán ubicado sobre el sensor que enciende el llavero y lo activa por completo. El sistema permite conectar y desconectar la batería que lleva el telemando dejándolo sin energía y sin emisión.
El llavero del automóvil mantiene el 100% de su funcionalidad. Cuando se necesita usarlo, simplemente lo encendemos y cuando dejemos de usarlo, lo apagamos.
Vamos que lo que nos facilitan es el conectar y desconectar la batería interna de forma sencilla mediante un aplique magnético, que al desconectar la batería cortará el suministro de energía y por consiguiente, cancelará la señal que el telemando emite.
Esta solución tiene un coste inferior a 100 euros, sin embargo, hay mucha gente que utiliza son sistemas de almacenamiento -bolsitas o carteras- con cancelación RFID.