Ya lo comentábamos a principios de año, China se va a hacer con Europa y vamos tarde. Los fabricantes de automóviles no están pasando por un buen momento a nivel internacional, pero la Unión Europea les está poniendo las cosas todavía más difíciles. Básicamente, los fabricantes de automóviles europeos están luchando con una mano atada a la espalda.
Las regulaciones europeas hacen que los vehículos fabricados en el Viejo Continente sean en torno a un 40% más caros de fabricar que los rivales fabricados en China. Qué le vamos a hacer, tenemos en Europa a una tropa de iluminados que se han propuesto ser los más eco friendly del mundo a toda costa. Mientras tanto, el gigante asiático no da a basto con las exportaciones de sus vehículos.
En tanto que aquí nos emperramos en ser los más limpios del vertedero, la demanda de automóviles fabricados en China es tan grande que el país no tiene ni siquiera suficientes barcos para satisfacer la demanda de exportación de automóviles nuevos. En concreto, la demanda de exportación de automóviles chinos se ha cuadriplicado en los últimos tres años (+86%), superando a Japón.
China no da a basto
El mercado de automóviles chinos no pasa por su mejor momento. El gasto de los usuarios y las restrictivas políticas anti-COVID han hecho mella en el mercado nacional. Esa circunstancia, sumada a la fuerte demanda de vehículos baratos procedentes de China por parte de Europa y otros países asiáticos, ha disparado las exportaciones, tal y como recoge un informe del New York Times.
Por otra parte, los fabricantes chinos son líderes mundiales en la producción de vehículos eléctricos y marcas como BYD han desembarcado en Europa con mucha fuerza. China tiene la necesidad de exportar para no cerrar fábricas y nosotros de comprar coches a precios razonables. Un cóctel fatal del que por ahora solo los Estados Unidos se mantienen distantes.
Por el contrario, mercados como Rusia (donde muchas marcas europeas han dejado de estar presentes), sudeste asiático, América del Sur y México han recibido un aluvión de modelos chinos, los cuales acaparan cuotas de mercado cada vez mayores. En España y Australia, por ejemplo, MG se está poniendo las botas. Y basta un paseo por el IAA de Múnich para anticipar lo que viene.
Tal es la demanda exterior de modelos chinos que las navieras no son capaces de cubrir los pedidos. Daniel Nash, jefe de transporte de vehículos de VesselsValue, señala que los fabricantes de automóviles chinos y sus líneas navieras han realizado casi 170 pedidos en todo el mundo de nuevos buques para transporte de automóviles. Hace unos años, apenas hablábamos de cuatro barcos.
Y si en 2021 alquilar un barco que transporte de automóviles le costaba a un fabricante 16.000 dólares por día, en 2023 hablamos de 105.000 dólares diarios. Desde The New York Times hablan incluso de turnos de producción de 24 horas diarias, con un soldador haciendo turnos de 12 horas, con un descanso de dos horas cada seis. Solo BYD está invirtiendo cerca de 600 millones de dólares en seis de los mayores barcos de transporte de automóviles jamás construidos.