En Alemania están las cosas muy tensas con el tema de las emisiones. Tras el escándalo del Dieselgate de Volkswagen son muchos los fabricantes que han sido investigados por posible fraude de emisiones y, aunque ya sabíamos que BMW estaba entre ellos, no ha sido hasta hoy cuando hemos conocido la noticia de que la firma bávara ha sido objeto de un registro de sus oficinas por parte de la fiscalía alemana ante la sospecha de una posible manipulación de las emisiones de diversos modelos diésel.
Al parecer, los modelos diésel de gama alta del fabricante podrían contar «por error» con un software capaz de manipular las emisiones, y es por ello que las autoridades han sometido a registro las instalaciones de la compañía tanto en Alemania como en Austria. Más concretamente, cerca de 100 policías y agentes del orden público han registrado la sede central de la automotriz en Múnich, así como las instalaciones de investigación y una factoría en Austria.
Según señalan desde Automotive News, la supuesta manipulación afectaría a un total de 11.400 vehículos que se reparten entre los BMW 750d y BMW M550d, aunque el software malicioso no salió de fábrica, sino que fue instalado de forma errónea en revisiones posteriores en los talleres de la marca. Recordemos que, el mes pasado, BMW retiró 11.700 vehículos para reparar un software de gestión del motor que contaba con una programación incorrecta.
Igualmente, hay que hacer mención al problema que está afectando últimamente a algunas versiones de la gama BMW, los cuales podrían retirarse del mercado en un futuro cercano a causa de la estricta normativa de homologación. Si ya os conté que el último en sumarse a la lista era el BMW 760Li xDrive, ahora el nuevo ciclo de homologación WLTP podría hacer desaparecer todas la mecánicas de gasolina de la Serie 7, el buque insignia de la firma, el cual pararía su producción durante todo un año, hasta la llegada de la próxima generación.