Durante los últimos años hemos estado quejándonos de la desaparición parcial o total de las botoneras en los coches. En cierto modo creemos que hasta que contemos con asistentes por voz inteligentes, la desaparición de los botones es en cierto modo contraproducente.
Entre las ideas que han tenido los fabricantes están los controles gestuales y ahora, la nueva pantalla táctil con tecnología contactless desarrollada por Jaguar Land Rover junto con la Universidad de Cambridge.
Según la marca, la tecnología de predicción táctil patentada emplea inteligencia artificial y sensores para predecir las intenciones del usuario al usar la pantalla táctil, ya sea la navegación por satélite, los controles de temperatura o los ajustes de entretenimiento, sin necesidad de pulsar ningún botón.
Las pruebas en laboratorio y los ensayos en carretera han confirmado que la tecnología de predicción táctil permite una reducción del 50% en el tiempo y el esfuerzo empleados por el conductor en sus interacciones con la pantalla táctil.
Las superficies de conducción en muchos casos dificultan la selección del botón correcto en la pantalla táctil. Esto implica que los conductores deben desviar su atención de la carretera, lo que aumenta el riesgo de sufrir un accidente.
Esta tecnología utiliza inteligencia artificial para determinar la función que desea seleccionar el usuario desde el principio, lo que acelera la interacción. Un dispositivo de reconocimiento gestual emplea sensores basados en un visor o en radiofrecuencias, una tecnología cada vez más frecuente en la electrónica de consumo, para combinar la información contextual, como el perfil de usuario, el diseño de la interfaz y las condiciones ambientales, con los datos disponibles de otros sensores, como el dispositivo de reconocimiento de mirada, para prever las intenciones de los usuarios en tiempo real.
Esta solución basada en software para crear interacciones contactless ha alcanzado un elevado nivel de eficiencia tecnológica, por lo que se puede integrar fácilmente en las pantallas táctiles e interactivas actuales, siempre que se disponga de los datos sensoriales adecuados para alimentar al algoritmo de aprendizaje automático.