Nada menos que 20 añitos han pasado ya desde que Euro NCAP iniciara su andadura como Programa Europeo de Evaluación de Automóviles Nuevos. Corría el año 1997 cuando dieron comienzo los primeros ensayos de esta iniciativa europea, cuyos resultados -el 4 de febrero de dicho año- revelaron importantes fallos de seguridad en algunos de los coches familiares más vendidos por aquella época.
Lógicamente, esto llevó a un replanteamiento fundamental en la forma de diseñar los vehículos para prevenir los accidentes y salvar vidas ¡Y vaya si lo consiguieron! Más de 78.000 vidas se han salvado desde entonces. A día de hoy, veinte años después, 9 de cada 10 coches vendidos en el mercado europeo tienen una valoración Euro NCAP y, además, la industria del motor respalda de forma activa el desarrollo de nuevos requisitos para las mejores valoraciones de seguridad.
Actualmente su necesidad es indiscutible, así que imaginaos el impacto que tuvo hace dos décadas cuando además permitió a los usuarios comparar la seguridad de diversos modelos a la venta. Pero como era de esperar no todo fueron buenas caras, los primeros resultados también causaron gran indignación entre los grupos de consumidores, los miembros del público y los medios de comunicación. Los expertos independientes del programa otorgaron al Ford Fiesta y el Volkswagen Polo tres estrellas de un máximo posible de cuatro -según los niveles de protección ofrecidos para ocupantes adultos-, mientras que el Fiat Punto, el Nissan Micra, el Opel Corsa y el Renault Clio obtuvieron únicamente dos estrellas.
En 20 años, Euro NCAP ha publicado alrededor de 630 valoraciones de seguridad, ha realizado ensayos de choque en aproximadamente 1.800 coches y ha gastado, en total, más de 160 millones de euros para mejorar la seguridad de los vehículos.
El Rover 100, por su parte, solo consiguió una estrella a pesar de ser el líder de ventas de finales de los ’90, y es por ello que ha sido el elegido para conmemorar el 20 aniversario del programa junto a un Honda Jazz de los modernos. Si os fijáis en las imágenes y el vídeo, rápidamente veréis que sobran las palabras tras el impacto frontal de ambos vehículos, y es que la evolución en seguridad por parte de los fabricantes ha sido brutal, especialmente después de que el Volvo S40 consiguiera alzarse con la máxima valoración -4 estrellas- en aquél entonces.
Y no es ningún secreto que las pruebas de Euro NCAP son cada vez más exigentes. Por suerte, en la actualidad la gran mayoría de vehículos consiguen un máximo de cinco estrellas, no solo por su protección de los pasajeros y de los peatones ante una colisión, sino también por su capacidad de evitar accidentes con los sistemas de ayuda y asistencia a la conducción en casos reales de accidentes que podrían ocasionar lesiones personales o la muerte. Hoy, los fabricantes deben demostrar que sus coches equipan de serie la tecnología necesaria para evitar o mitigar accidentes y, cuando se produzcan, que la protección ofrecida es la adecuada para los pasajeros y los demás usuarios de la carretera, por lo que desde aquí solo podemos decir ¡Gracias Euro NCAP y feliz aniversario!