Resulta curioso ver cómo las palabras de determinadas personalidades pueden hacer tanto daño a las cifras de ventas de vehículos de un determinado combustible. Aunque se produjo una rectificación posterior a las desafortunadas declaraciones, no han surtido efecto y mes tras mes las ventas de vehículos diésel descienden en nuestro país a pesar de que en mercados como el alemán o el japonés han sufrido un representativo aumento en los últimos meses -en este último el problema es el promedio de emisiones de CO2 que con los vehículos gasolina se ha disparado y la única forma de controlarlo es incentivando el diésel-.
Un rasgo característico de los vehículos certificados de acuerdo con la norma Euro 6d-TEMP es su bajo nivel de emisiones de NOx.
Las innovadoras tecnologías implementadas en los motores diésel de casi todas las marcas aseguran unas bajas emisiones de NOx. Con el cambio a la nueva generación de motores, todos los vehículos que cumplan con los estándares Euro 6d-TEMP o Euro 6d son extremadamente limpios.
Los valores límite de NOx en las pruebas de emisiones, que para la norma Euro 6d son de 80 miligramos por kilómetro en las pruebas de RDE (Real DrivingEmissions, emisiones de conducción real, por sus siglas en inglés), se denominan valores «que no deben ser excedidos” y deben cumplirse en cada test válido RDE. Esto significa que un vehículo tampoco puede exceder esos límites en las peores combinaciones posibles de condiciones del test RDE como, por ejemplo, con una carga pesada en topografía montañosa y en condiciones de temperatura y tráfico desfavorables.
El límite se aplica no solo a vehículos nuevos, sino también a vehículos con más de 100.000 kilómetros.
Los resultados de las pruebas en carreteras en el mundo real a menudo se mantienen significativamente por debajo del límite de 80 miligramos por kilómetro, también confirmado mediante mediciones independientes.
Recientemente, el club automovilístico alemán ADAC hizo un informe sobre sus propias mediciones exhaustivas realizadas en febrero de 2019 y llegaron a la conclusión de que las emisiones de NOx de los automóviles actuales en conducción real en la carretera están muy por debajo de los límites del banco de pruebas.
Curiosamente, modelos como el Mercedes-Benz C 220 d (consumo combinado de combustible 4,8 l/100 km, emisiones combinadas de CO2 126-117 g/km) rindió especialmente bien: «su cifra de NOx fue difícilmente medible entre cero y 1 mg/km».
Dichas mediciones ilustran que, con la nueva generación de motores diésel, el desafío de las emisiones NOx también se puede resolver técnicamente.
En lo que respecta a las emisiones de óxido de nitrógeno de los vehículos diésel de diferentes fabricantes, el ADAC concluye que los motores diésel Euro-6d-TEMP emiten un promedio de un 76% menos de NOx que los motores Euro-6b y un 85% menos que los motores Euro-5. Estos últimos son el verdadero cáncer de la industria y el verdadero contaminante de nuestras ciudades.
Mediciones aleatorias en carretera han demostrado que la reducción de las emisiones de los motores diésel más avanzados Euro-6d-TEMP en comparación con el promedio de los motores diésel Euro 5 es incluso de entre el 95 y el 99 por ciento.
Algunos fabricantes ya están cumpliendo incluso la segunda fase RDE (emisiones reales de conducción) que no entrará en vigor hasta 2020, y está certificado según la norma Euro 6d en muchos de sus vehículos.
Entre las medidas que hacen que los diésel modernos sean extremadamente limpios se incluyen:
- Recirculación de los gases de escape de alta y baja presión con refrigeración.
- Un catalizador de oxidación diésel (DOC) para evitar la emisión de monóxido de carbono (CO) e hidrocarburos no quemados (HC).
- Un filtro de partículas para capturar partículas de hollín con función de catalizador de SCR combinada (sDPF).
- Un convertidor catalítico SCR (reducción catalítica selectiva) para reducir los óxidos de nitrógeno. Para este propósito, se inyecta AdBlue® (que contiene amoniaco) que se mezcla con los gases de escape antes de ingresar al sDPF.
Un catalizador adicional bajo el suelo del habitáculo (SCR) con Catalizador de Síntesis de Amoniaco (ASC) se equipa para rematar la neutralización.
Si a todo esto le sumamos que los vehículos diésel emiten menos CO2 y consumen menos combustible, ¿por qué los hemos demonizado?