La relación entre el peso y la potencia ha sido un aspecto muy importante a la hora de diseñar un vehículo y dotarlo de uno u otro propulsor.
Audi desarrolló en 1999 un concepto que no se aplicó en ese momento en Le Mans por problemas a la hora de recabar materias primas de los diferentes proveedores pero que se retomó en 2009 para la incorporación de materiales como la fibra de carbono.
La manipulación del material, que originariamente procedía de la industria aeroespacial, se ha convertido en una parte más de la actividad diaria para Audi Sport. La idea consistía en enviar a competir a Le Mans un coche con el característico color negro del material extremadamente ligero y altamente resistente sobre el cual poner la leyenda: «Audi ultra lightweight technology» (Audi ultra tecnología ligera).
Desde ese momento y con el paso de los años y la llegada de la sostenibilidad a la automoción, el concepto de diseño y construcción ultraligera, ha ganado un nuevo significado en el desarrollo de los vehículos de producción.
Con la tecnología «Audi ultra lightweight technology» la casa de los cuatro aros pretende ahorrar un mínimo del 10% del peso en la siguiente generación de sus modelos.
El nuevo Audi A6, del que hablábamos hace unos días ha sido uno de los primeros modelos de producción en incorporar mencionada tecnología, ahorrando 80 kilogramos de peso respecto al modelo de la generación anterior.
El concepto de la ultra ligereza será aún más importante para los coches híbridos y eléctricos en los que se incrementará el peso por las baterías y acumuladores.
A parte de la fibra de carbono, la casa germana utiliza materiales como el aluminio para la fabricación de los motores y la fibra de carbono reforzada con materiales plásticos que viene siendo incorporada a sus diseños desde los años 80 en modelos como el Audi 200 quattro dotado del árbol de transmisión Trans-Am.
El desarrollo y aplicación de esta tecnología de reducción de peso, ha permitido aligerar en 40 kilogramos el Audi R18TDI de su predecesor además de lograr que:
“El motor V6 TDI es aproximadamente un 25% más ligero que el motor V10 TDI del viejo R15 TDI. La nueva caja de cambios de seis velocidades está compuesta por un elevado número de componentes elaborados en fibra de carbono y material composite. Y también los grupos ópticos enteramente elaborados con tecnología LED ayudaron a reducir peso. Optimizados flujos de aire a través de la cabina del piloto ayudaron a realizar semejante proceso de reducción de peso en el sistema de aire acondicionado”.
En definitiva, un aplauso de nuevo para Audi, que aplica su alta tecnología de competición en sus modelos de calle.