El Lincoln Continental es un clásico americano. La primera generación del sedán nació nada menos que en 1939 y, aunque en 2002 se produjo un parón en la producción, la compañía norteamericana -propiedad de Ford- lanzó una décima generación en 2017 para atraer a los clientes que demandaban un modelo del segmento F.
Apenas tres años después, Lincoln ha decidido poner un nuevo punto y final a la producción del Continental para centrarse por completo en su gama SUV, que contará con un modelo completamente eléctrico en un futuro cercano (2021-2022). Los últimos ejemplares del Continental saldrán de la línea de producción a finales de año, aunque por ahora no hay una fecha concreta para su despedida.
Tal y como ha declarado Angie Kozleski, portavoz de Lincoln, a The Detroit News, «Lincoln está invirtiendo en segmentos de crecimiento y la marca contará con una cartera completa de SUV, incluido un vehículo totalmente eléctrico en el futuro«. A pesar de que el renacer del Continental causó gran expectación al otro lado del Charco, esto no se ha traducido en un elevado volumen de ventas.
Es más, las ventas del Lincoln Continental en los Estados Unidos alcanzaron su punto máximo en 2017, con 12.012 unidades vendidas, pero en 2019 hablamos solo de 6.586 ejemplares, una cifra que se reducirá todavía más en 2020, especialmente si tenemos en cuenta el golpe de la pandemia del coronavirus. Como sabrás, el Lincoln MKZ también desapareció del mercado este año.
La estrategia de Lincoln se alinea así con la de Ford en América del Norte, pues los Fusion, Fiesta y Taurus también fueron retirados recientemente de este mercado. Poco a poco, la firma del óvalo azul irá centrando sus esfuerzos en las gamas SUV a nivel mundial, pues se habla ya de la despedida de modelos como el Mondeo y el Galaxy, entre otros.