Si bien los líquidos de reparación de pinchazos pueden parecer una solución rápida y cómoda cuando tu vehículo sufre un pinchazo en la carretera, los expertos en mecánica y seguridad vial coinciden en que su uso debe ser tu última opción.
En los últimos años la rueda de repuesto ha pasado de ser de tamaño completo incluso con la misma llantas de aleación, a rueda de repuesto provisional de tipo galleta. Lo último que nos encontramos es lo que las marcas llaman kit reparapinchazos. Se trata de un kit compuesto por un compresor y un líquido sellador.
Estos productos, diseñados para taponar temporalmente un pinchazo, presentan varios inconvenientes que a largo plazo pueden ser más perjudiciales que beneficiosos.
Además de los problemas de limpieza y el deterioro de los neumáticos, existen motivos de peso para replantearse su uso y, en su lugar, optar por asistencia en carretera o el cambio inmediato del neumático dañado o reparación en el lugar del antiguo neumático.
El problema del sellador: una solución temporal y poco efectiva para reparar pinchazos
El líquido de reparación de pinchazos, comúnmente conocido como sellador, se aplica a través de la válvula del neumático para cubrir el orificio y sellarlo desde el interior. Este proceso es temporal y generalmente efectivo solo en pinchazos pequeños, como aquellos causados por clavos o piedras pequeñas. Sin embargo, los selladores tienen una vida útil corta, y no garantizan una reparación duradera.
Los fabricantes de estos productos suelen especificar que el líquido es una medida de emergencia y no un sustituto de la reparación profesional. A menudo, los conductores que usan estos productos creen que han solucionado el problema de manera definitiva, cuando en realidad el neumático podría estar en peligro.
Complicaciones al limpiar el neumático por el liquido de reparación de pinchazos
Uno de los principales inconvenientes del uso de líquidos de reparación de pinchazos es la dificultad de limpieza. Los selladores están hechos de sustancias químicas que se adhieren a las paredes internas del neumático y pueden ser complicados de eliminar o retirar. Este residuo puede afectar a la integridad del neumático y, en algunos casos, es necesario reemplazar la goma completamente porque no se puede limpiar de manera efectiva. Hay casos en los que se ha tenido que cambiar la llanta o llevarla a un sitio especializado debido a que era complicado retirar los residuos incrustados del líquido de reparación.
Algunos talleres rechazan la reparación de neumáticos que han sido tratados con estos productos debido al tiempo y esfuerzo que implica limpiarlos adecuadamente. Además, muchos líquidos de reparación contienen químicos corrosivos que pueden dañar las llantas, las válvulas y los sensores de presión (TPMS, por sus siglas en inglés), haciendo que la reparación sea aún más costosa.
El proceso de limpieza puede también afectar la llanta en sí. Los restos de sellador, si no se eliminan completamente, pueden desequilibrar el neumático o la llanta, afectando la conducción y el desgaste del mismo.
Daños al neumático
Aunque los líquidos de reparación de pinchazos están diseñados para ser seguros en condiciones normales, no están exentos de generar problemas en el neumático. La exposición prolongada a los productos químicos del sellador puede dañar la estructura interna, debilitando las fibras que la componen.
El sellador puede además provocar una presión desigual dentro del neumático, lo que aumenta el riesgo de una explosión repentina. Asimismo, cuando el sellador se seca dentro de la llanta, puede formar grumos que causan una conducción irregular y una mayor probabilidad de desgaste desigual.
Interferencias con sistemas de seguridad modernos
Los vehículos modernos suelen estar equipados con sistemas de monitorización de presión de neumáticos (TPMS), que son esenciales para alertar al conductor en caso de que la presión de alguna rueda esté por debajo de los niveles recomendados. El líquido de reparación de pinchazos puede interferir con estos sistemas al cubrir los sensores y hacer que proporcionen lecturas incorrectas.
Esto genera un problema adicional, ya que el conductor podría no recibir una advertencia adecuada si el neumático pierde presión nuevamente. Además, la reparación o reemplazo de los sensores dañados puede ser costosa, sumando gastos a lo que inicialmente parecía una solución económica.
La falsa sensación de seguridad de la reparación de pinchazos
Otro de los grandes problemas del uso de estos líquidos de reparación es la falsa sensación de seguridad que generan. Al usar el sellador, muchos conductores continúan su viaje sin preocuparse demasiado por el estado del neumático, confiando en que la reparación ha sido exitosa. Sin embargo, como hemos mencionado, los selladores solo proporcionan una solución temporal.
¿Por qué es mejor llamar a la grúa?
Ante un pinchazo, la mejor opción siempre será buscar asistencia profesional. Llamar a la grúa no sólo garantiza que un experto se encargue de evaluar el daño real en el neumático, sino que además puede evitar que incurras en gastos mayores a largo plazo.
Los mecánicos de asistencia en carretera tienen el equipo adecuado para cambiar el neumático de forma segura, repararlo en el lugar de los hechos o, si fuera necesario, llevar el vehículo a un taller donde se pueda realizar una reparación profesional.
Como puedes ver, en lugar de arriesgarte a conducir con un neumático en malas condiciones, la opción más segura y sensata es llamar a una grúa o buscar asistencia profesional. A largo plazo, te ahorrarás problemas, tiempo y dinero.