El Grupo Daimler acaba de informar mediante un comunicado de la Agencia Nacional para la Seguridad del Tráfico de Estados Unidos (NHTSA), que más de 110.000 vehículos de la marca serán llamados a revisión. En esta ocasión no tiene nada que ver con el escándalo de las emisiones, sino con un error de seguridad que afecta tanto al airbag del acompañante como al sistema de detección de los cinturones de seguridad. Los modelos más afectados serían el nuevo Clase C 2018 y el GLC.
En total 110.096 coches tendrán que pasar urgentemente por el taller, después de que Mercedes-Benz haya dado la voz de alarma sobre varios defectos que podrían afectar seriamente a la seguridad de ambos modelos con sus diferentes versiones. El principal problema estaría en el funcionamiento del airbag del copiloto, afectando a un total de 104.633 unidades, mientras que el sistema de detección del cinturón tendrá que ser revisado en otros 5.433 vehículos.
Los modelos afectados podrían mostrar que el airbag está activado, lo que podría provocar que en caso de accidente no entrara en funcionamiento. Por otro lado, el defecto en el sistema de detección de los cinturones de seguridad no sería capaz de detectar cuando están abrochados o desabrochados, ni por lo tanto, dar aviso al conductor de su utilización en el resto de plazas.
El nuevo Mercedes-Benz Clase C y GLC son los dos modelos más afectados. Para la revisión del airbag del copiloto deberán asistir los nuevos C 300, C 300 4Matic, C 350E, C 43 AMG, C 63 AMG, y C 63S AMG, así como los GLC 300, el GLC 350E, el GLC 43 AMG, el GLC 63 AMG y el GLC 63S AMG que han sido fabricados durante el 2018 o para el próximo 2019. Así, de momento solo se ha limitado la llamada a revisión a modelos vendidos en los EE.UU., pero más adelante podría extenderse a otros países.