La Unión Europea ha vuelto a poner a su industria entre la espada y la pared y la razón no ha sido otra que los malditos créditos de carbono.
Estos créditos, es algo totalmente inventado que se han sacado de la manga los reguladores para hacer cumplir con las normas de emisiones a los fabricantes de automóviles europeos. Como ya sabrás, los fabricantes deberán cumplir con unos límites y si se pasan, deberán de pasar multas.
En realidad, esto perjudica a todos los fabricantes que comercialicen determinado número de vehículos en territorio europeo, sin embargo, a los que más daño hace es a los fabricantes locales.
Las estrictas normas de emisiones que la Unión Europea (UE) implementará en 2025 harán que muchos fabricantes deban «llegar a acuerdos» para evitar multas considerables.
Los créditos de carbono, el nuevo mercado
Hoy hemos vuelto a saber que varias empresas están planeando comprar créditos de carbono de fabricantes de vehículos eléctricos (VE), como Tesla y Polestar tal y como han publicado en Reuters, que por cierto, han tenido acceso a un documento interno de la UE.
Este mecanismo permite a las empresas con menores ventas de vehículos eléctricos «agrupar» sus emisiones con empresas más grandes, comprando créditos de otros fabricantes para reducir sus promedios generales de emisiones. Esta estrategia podría ahorrarles cientos de millones de euros en multas.
La solución de la UE es clara, puedes seguir emitiendo siempre y cuando pagues la multa. Si no pagas la multa, puedes seguir emitiendo si le compras los créditos de carbono y pagarle un precio acordado a esos fabricantes.
Entre los fabricantes que planean crear un grupo se encuentran Stellantis, Toyota, Ford, Mazda y Subaru, quienes buscan agrupar sus emisiones de carbono con Tesla. Otro grupo se está formando alrededor de Mercedes-Benz, en asociación con Polestar, Volvo Cars y Smart.
Los fabricantes de vehículos eléctricos, como Tesla y Polestar, cuyas ventas son completamente eléctricas, pueden vender sus excedentes de créditos de carbono a otras empresas. Estas transacciones no solo ayudan a los fabricantes de automóviles tradicionales a cumplir con las normas de emisiones, sino que también generan ingresos adicionales para los fabricantes de coches eléctricos.
En su balance de resultados Tesla ya nos comentó que los ingresos por esta compra de créditos de carbono representan casi un 3% de su negocio total y ojo, porque hablamos de unos ingresos totales de más de 72 mil millones de dólares (imagina cuánto dinero pagan calculando el 3% de esos 72 mil millones).
Polestar, Volvo Cars y Smart, también han confirmado la venta de sus créditos de emisiones excedentes a Mercedes, aunque Volvo Cars no ha revelado los detalles sobre el acuerdo y los ingresos generados al respecto.
Aunque muchos fabricantes, CEOs, e incluso presi dentes de algunos países miembros en los que la fabricación de automóviles representa un porcentaje importante del PIB han solicitado retrasar las multas, parece que la UE va a toda máquina.
Los acuerdos de agrupación seguirán abiertos para que los fabricantes que deseen unirse se adhieran. La fecha límite para postularse se ha impuesto en febrero.
Estos acuerdos se basarán en cifras de ventas proyectadas para 2025 y se deben notificar a la Comisión de la UE antes del 31 de diciembre de cada año.