La Comisión Europea se ha comprometido a eliminar los subsidios a los combustibles fósiles con el fin de garantizar una transición ecológica justa y ahora le problema es el coche de empresa. Ahora que se ha comprometido a cumplir esa promesa, un grupo ecologista llamado Transport & Environment (T&E) ha revelado detalles muy preocupantes en el sector automovilístico europeo.
Al parecer, los subsidios a los combustibles fósiles y otros beneficios de los coches de empresa cuestan a los contribuyentes de la UE unos 42.000 millones de euros cada año.
Un estudio realizado por ERM revela que solo en los cinco países más grandes de la UE, los subsidios a los coches de empresa tanto gasolina como diésel cuestan a los contribuyentes 42.000 millones de euros anualmente. Estos subsidios provienen de ventajas fiscales en cuatro áreas: beneficio en especie, deducciones por depreciación, exenciones del IVA y tarjetas de combustible. Estas ventajas no se extienden a los propietarios de coches privados y si tenemos en cuenta que los coches de empresa representan el 60% de las nuevas matriculaciones de vehículos en Europa, la polémica está servida.
Italia el país con más beneficios para el coche de empresa
Italia es el país que más ayudas da a estos vehículos contaminantes, con 16.000 millones de euros anuales, seguida por Alemania, Francia y Polonia. El mayor incentivo proviene del beneficio en especie, que favorece a los coches de gasolina y diésel.
En comparación, los subsidios para coches de empresa son mucho menores en el Reino Unido y España. En el Reino Unido, los impuestos más altos para los vehículos de combustibles fósiles han impulsado el uso de coches eléctricos de empresa, mientras que en España, los beneficios fiscales son similares para los coches de empresa y privados, aunque la adopción de vehículos eléctricos sigue siendo baja.
El estudio también muestra que los conductores de SUV de empresa reciben importantes subsidios, pagando hasta 8.900 euros menos al año en impuestos que los compradores privados de SUVs contaminantes. De los 42.000 millones de euros en subsidios, 15.000 millones se destinan a estos vehículos.
El grupo pide a la Comisión Europea que elimine estos subsidios y establezca objetivos vinculantes de electrificación para las grandes flotas corporativas de cara a 2030, lo que también contribuiría a los objetivos del Acuerdo Industrial Limpio de la UE, impulsando la demanda de vehículos eléctricos y proporcionando certeza de inversión a sectores clave como la fabricación de baterías y el sector energético.