No es ningún secreto que los coches son cada vez más grandes y recientemente hablábamos precisamente de ello. Seguramente, a estas altura de la película ya te habrás dado cuenta de que muchos modelos que hay actualmente en el mercado ni siquiera caben en muchas plazas de aparcamiento típicas, por no hablar de las calles más estrechas de las grandes ciudades.
Vivimos en una época en la que los grandes SUV ya poco se diferencian en dimensiones de las furgonetas de reparto. Esta tendencia, lejos de revertirse, está ganando cada vez más popularidad. Como denuncian desde la Federación Europea de Transporte y Medio Ambiente (Transport&Environment), los vehículos de pasajeros nuevos en Europa aumentan su ancho en 1 cm cada dos años.
Y esto no sería un problema si nuestras ciudades estuviesen diseñadas como las de Estados Unidos, donde prima la filosofía «burro grande, ande o no ande«. Sin embargo, las ciudades estrechas y densamente pobladas de gran parte de Europa se convierten en un auténtico peligro con este tipo de vehículos. Y eso por no hablar de la contaminación, el tema de moda en Europa..
Para tratar de disuadir a los ciudadanos de apostar por vehículos contaminantes de gran tamaño, París propuso recientemente un referéndum en el que votar acerca de endurecer las tasas de aparcamiento en la ciudad para este tipo de automóviles. Ya conocemos los resultados y, al parecer, las medidas no van a ser del agrado de muchos, como ya ocurrió con el alquiler de patinetes eléctricos.
Los coches más grandes pagarán más
La lectura que podemos hacer de los resultados del referéndum celebrado durante el fin de semana en la capital de Francia es que los parisinos han votado a favor de triplicar las tarifas de estacionamiento a 18 euros por hora en el centro de la ciudad y 12 euros por hora en el resto de París. La medida es aplicable a todos los turismos de más de 1.600 kg, salvo los eléctricos.
En el caso de los vehículos cero emisiones, sufrirán las consecuencias aquellos que superen los 2.000 kg de peso, dado que los paquetes de baterías suman un considerable peso al conjunto en la gran mayoría de los casos. Estos cambios no se aplicarán al estacionamiento residencial, a los trabajadores, a las personas con discapacidad, los taxistas, los trabajadores sanitarios y los comerciantes.
Según recoge France 24, el teniente de alcalde de la ciudad a cargo de transporte, David Belliard, señala que la medida afectará a alrededor del 10% de los vehículos que hay en París, que podrían generar hasta 35 millones de euros al año. Cabe destacar que menos de un 6% de los votantes, unas 78.000 personas de un total de 1,3 millones, votaron en el referéndum, con un resultado positivo a favor de la medida del 54,55%.
Se espera que la decisión entre en vigor en septiembre de 2024 y que, probablemente, alguna que otra ciudad europea siga los pasos de París. Al menos así lo cree su alcaldesa, Anne Hidalgo, quien afirma que «los parisinos han tomado una decisión clara… y otras ciudades seguirán sus pasos. Estamos orgullosos de haber planteado una cuestión eminentemente medioambiental en un momento en el que el medio ambiente se presenta como la fuente de todos los males. Es una forma de resistencia aquí en París a este movimiento tan preocupante«.