A Ford se le va a quedar una gama contenida, desde luego. Primero supimos que el Ford Focus va a desaparecer en 2025; ayer que el Ford Fiesta nos dirá adiós el próximo año; y ahora que los Ford Galaxy y S-Max se despedirán para siempre en la primavera de 2023. Van a tener razón con eso de que sufrirán “la mayor transformación en la historia de la compañía”…
La decisión surge, básicamente, como resultado de la transición de Ford hacia una gama de productos totalmente eléctricos y en respuesta a la demanda cambiante de los clientes.¿Qué verás entonces a partir de ahora? Mucho SUV y todo completamente eléctrico. Es lo que en la firma del óvalo azul llaman un reposicionamiento en el mercado como una marca más aventurera.
En 2021 tanto el Galaxy como el S-Max se actualizaron con mecánicas híbridas. Era el primer paso hacia su desaparición en el Viejo Continente. Las ambiciones de la marca de volverse totalmente eléctrica en Europa a finales de la década actual no permiten que haya lugar para los vehículos familiares de combustión, algo que también mató al Mondeo recientemente.
Los Ford Galaxy y S-Max, dos veteranos
El Ford Galaxy se lanzó en Europa en 1996. La primera generación del monovolumen nació de una empresa conjunta entre Ford y el Grupo Volkswagen. El modelo también se vendió como Volkswagen Sharan y SEAT Alhambra. No fue hasta 2006, con la llegada de la segunda generación, cuando pasó a una nueva plataforma compartida con el Mondeo.
Desde su lanzamiento al mercado, se han vendido más de 820.000 unidades del Galaxy en todo el continente europeo. Sin embargo, en 2012 la demanda decreció abismalmente hasta apenas 4.700 ejemplares en Europa. El Ford S-Max, por su parte, llegó en 2006 y de él se han vendido alrededor de 570.000 ejemplares en Europa. En 2021, solo 7.400 unidades.
Ford ha confirmado que los libros de pedidos para ambos vehículos ya se han cerrado. Serán los pedidos ya existentes los que se producirán en la planta de Ford de Almussafes, Valencia, hasta 2023. Quizá del Mondeo lleguemos a ver en algún momento un reemplazo eléctrico, pero todo apunta a que los vehículos multipropósito están más que muertos en Europa.