El pasado fin de semana tuve la oportunidad de asistir a uno de los pabellones de IFEMA, donde se mostró al público los mejores superdeportivos clásicos y modernos del mundo. Allí pude contemplar con mis propios ojos las mejores obras de ingeniería. Coches que iban desde los maravillosos Ferraris V12 hasta el campeón de Rally de 1982, el Audi Quattro.
Nada más entrar lo primero que veo es un precioso Renault 5 Copa perfectamente conservado. Empiezo a girar la cabeza, miro al fondo del pabellón y digo al amigo que me acompañaba: ¡Dios, corre! Hasta el fondo eran todo maravillas y eso que todavía no habíamos visto el plato fuerte, los italianos y españoles.
Mercedes-Benz SLS, Jaguar XJ220, Aston Martin Vantage V8, DBS, Ariel Atom, Audi R8 4.2 y una gran colección de todos los Porsche 911 es lo que pude apreciar al girar mi cabeza. Pero al llegar al fondo del pasillo nos encontramos con la última obra de Stuttgart. Si, el nuevo Porsche 911 Carrera S estaba allí. Bonito, grande, lujoso, deportivo son los adjetivos que se me vinieron a la mente nada más verlo y no era para menos. A su lado estaba el 911 Turbo de la generación 996 perfecto para apreciar la gran evolución del abuelo al nieto.
Fue dejar de lado a los alemanes y empezar el plato fuerte de la visita: Los Ferraris y Lamborghini. Los primeros iban desde los más antiguos V8s hasta los más modernos, donde contemplamos la transformación que han ido sufriendo hasta llegar al 458 Italia. Había una zona reservada para las tres grandes joyas de Maranello. El F40, F50 y Enzo estaban rodeados completamente por fotógrafos y gente que no se separaba ni un momento de esos preciosos superdeportivos de motor central-trasero ( por algo sería ).
Lo que no me pareció bien fue que mientras Ferrari contaba con más de 15 coches, la marca italiana del toro no llevó más que tres modelos, ¡pero que modelos!. El primero de ellos era el Lamborghini Diablo y aunque su color no le favoreciera mucho seguía siendo precioso. A su lado estaba un imponente Murciélago Roadster LP620-4, pintado de arriba abajo en un negro mate que seguía por las llantas. Este fue el vehículo que al verlo con sus puertas de tijera abiertas más me impactó de todos. Por último, había un Gallardo amarillo tuneado, que no me gustó nada.
Justo al lado de la salida se encontraban dos grandes desconocidos para la mayoría de la gente: el Pagani Zonda y el GTA Spano, este último es un producto español fabricado en Valencia. Dos preciosidades perfectas para despedir esta gran colección de coches de lujo.
Por si os ha gustado, todavía tenéis la oportunidad de asistir por el módico precio de 8€ hasta el día 8 de Enero. Os gustará.
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