2020 ha marcado un punto de inflexión en la industria del automóvil. A estas alturas ya te habrás dado cuenta de que un gran número de fabricantes han lanzado este año diversas variantes electrificadas dentro de su gama, especialmente híbridos enchufables; así como modelos de combustión totalmente renovados, sobre todo en lo que a mecánicas se refiere.
No se trata de una casualidad ni mucho menos, sino de la entrada en vigor de la nueva normativa de la Unión Europea (UE) en materia de emisiones. Los automóviles son los responsables de alrededor del 12% de las emisiones totales de dióxido de carbono (CO2) de la UE, el principal gas de efecto invernadero, y en el Viejo Continente se han propuesto acabar con él.
Si bien los coches híbridos enchufables han conseguido posicionarse como la alternativa más lógica entre los caducos motores de combustión interna y los todavía muy mejorables vehículos eléctricos, el grupo climático europeo Transport and Environment (T&E) parece decidido a demostrar que este tipo de vehículos no son una solución lógica y viable.
Según las pruebas llevadas a cabo por Emissions Analytics con tres SUV híbridos enchufables -los BMW X5, Volvo XC60 y Mitsubishi Outlander-, este tipo de vehículos emiten mucho más CO2 de lo que anuncian los fabricantes de automóviles, incluso en condiciones óptimas. Lógicamente, esto no ha gustado en absoluto al sector, especialmente a las marcas afectadas.
Desde Transport and Environment están pidiendo a los gobiernos de la UE que pongan fin a las ayudas y las exenciones fiscales para los vehículos híbridos enchufables, ya que, según afirma Julia Poliscanova, ejecutiva de la organización, “los híbridos enchufables son automóviles eléctricos falsos, construidos para pruebas de laboratorio y exenciones de impuestos, no para una conducción real”.
En este enlace podéis encontrar más información acerca de sus conclusiones, que llegan unos pocos días después de que la UE haya publicado un conjunto de normas que establecen unos límites de emisiones todavía más estrictos para los fabricantes de automóviles en los próximos años, los cuales incluyen la supresión de la etiqueta ECO en los coches híbridos a partir de 2026.
Pese a las quejas de Transport and Environment, las ventas de coches híbridos enchufables no hacen más que crecer, y lo seguirán haciendo el próximo año. En los nueve primeros meses del año han representado cerca de la mitad de todas las ventas de vehículos eléctricos o electrificados en la Unión Europea, en parte gracias a los beneficios fiscales que aportan.