Acabamos de conocer una nueva versión que se suma ahora a la familia Evora, y es que la firma británica nunca para de buscar sorprendernos, y ahora lo ha conseguido con el Lotus Evora GT430 Sport. No se trata de un modelo cualquiera, ya que es el modelo de producción más rápido de Lotus hasta el momento, capaz de alcanzar velocidades de hasta 315 kilómetros por hora o acelerar de 0-96 km/h en tan solo 3,6 segundos. Disponible tanto con un cambio manual de seis velocidades como automático y escondiendo en su interior un poderoso V6 de 3.5 litros sobrealimentado.
En julio de este mismo año conocíamos el Lotus Evora GT430, el cual era hasta el momento el coche de la marca más potente gracias a sus 435 CV a 7.000 rpm o un par máximo de 440 Nm a partir de 4.500 vueltas. Y aunque ahora estéticamente sea menos radical, esta variante Sport introduce una notable mejora en el trabajo aerodinámico de su carrocería y rendimiento. Como siempre, la compañía inglesa con sede en Norwich (Reino Unido) ha apostado por rebajar al máximo el peso del vehículo y por tanto prescindir de todo elemento que no sea imprescindible en la conducción.
De esta manera han conseguido reducir el peso 10 kg respecto al Evora GT430, con una carga aerodinámica de hasta 100 kg. En un inicio puede parecer una «dieta» ridícula, pero en un coche de estas características cualquier pérdida de peso es vital para una conducción más dinámica y deportiva. Su peso en la báscula de tan solo 1.258 kg en seco, en parte gracias a la gran cantidad de fibra de carbono con la que ha sido fabricado.
Como principales diferencias estéticas en relación con su predecesor podremos encontrar un nuevo splitter de fibra de carbono, un alerón trasero de fibra de carbono o las rejillas que podemos encontrar dentro de los pasos de rueda para reducir la presión de los neumáticos. En su interior encontramos la habitual estampa de Lotus con mucho Alcántara, fibra de carbono y unos asientos de carreras tipo bucket que proporcionan un agarre perfecto.
Prácticamente todo el habitáculo está forrado de Alcántara, desde el salpicadero hasta el túnel de transmisión central o el volante, el cual adquiere esa tradicional forma achatada por la parte inferior. De forma opcional (y con el aumento que acarrea en su peso) se puede equipar un sistema de infoentretenimiento que incluye una pantalla táctil, una buena forma de hacer el interior algo menos espartano.