La Federación Europea de Empresas de Prensa (EBP), una asociación de líderes europeos de las publicaciones de economía y finanzas más importantes, ha nombrado a Luca di Montezemolo, Administrador del Año en Europa 2012.
El «Director Europeo del Año» es un premio que existe desde 1991. Es elegido mediante voto directo por los editores de las publicaciones miembros de la European Business Press Federación (la EBP), que este año celebra su 50 aniversario. Está compuesta por cuarenta y ocho medios europeos de 27 países. Entre algunos de ellos se encuentran publicaciones tan importantes como The Wall Street Journal, la italiana Milano Finanza, o Handelsblatt, entre otras.
Pues bien, este año han creído que Luca di Montezemolo era la persona idónea, gracias fundamentalmente a su fantástica labor al frente de Ferrari las últimas dos décadas, habiéndola llevado en la actualidad a ser una de las de las marcas de más fama y éxito del mundo. Por ser “el renovador de la tradición italiana”, por haber devuelto a lo más alto el palmarés deportivo del caballino y por duplicar los beneficios comerciales de una marca que no ha perdido ni un ápice de la exclusividad de la que ha hecho gala siempre, algo bastante reñido con las resultados (porque ser más exclusivo vendiendo más tiene un gran mérito).
Otro de los logros de los que Montezemolo podrá presumir orgulloso es de haber traspasado fronteras “con su marca”, consiguiendo presencia ya en más de 60 países.
Además, gracias también a él, la fábrica de Maranello es hoy el mejor lugar para trabajar en Europa según diversos estudios recientes, y es que Luca ha mejorado la calidad de vida de los trabajadores en las instalaciones de Ferrari. Su fábrica se ha convertido en símbolo de excelencia en este sentido, gracias a las nuevas áreas de producción orientadas a los empleados y a los servicios que ofrece a su personal y sus familias.
Aunque el premio ha sido otorgado también por sus otras actividades empresariales. Luca de Montezemolo ha llegado más allá de Ferrari. En la actualidad es también presidente de la NTV, la primera empresa privada italiana de trenes de alta velocidad, así como del fondo de Charme, controlador de marcas italianas de diseño de reconocido prestigio y líder en el campo de la biomedicina y en telediagnóstico de datos de tráfico.