Los combustibles sintéticos nacen como una alternativa real a los problemas de limitación en la autonomía de las baterías actuales dada su mayor densidad energética. Si se encuentra un proceso de manufactura que permita desarrollar dichos e-Fuels sin elevados costes, los motores de combustión podrían volverse totalmente neutrales en sus emisiones de carbono.
Recordemos que el e-Fuel o carburante sintético es un carburante líquido, similar al que conocemos en la actualidad. La gran diferencia es que no procede de fuentes de energía fósiles. Se obtiene de un proceso químico a partir del hidrógeno y la energía que se utiliza para su fabricación es renovable. De esta forma, se trata de un combustible 100% limpio.
Seguramente te suene que el pasado año Porsche comenzó la producción de combustible sintético en una instalación de HIF Global en Chile. Pues bien, tras el éxito de este proyecto piloto, esta compañía ha recibido luz verde para construir las mayores instalaciones de producción de combustibles sintéticos del mundo. HIF Global prevé iniciar la construcción en 2024.
El proyecto tiene todo el sentido del mundo, sobre todo ahora que Europa incluirá los combustibles sintéticos en sus planes de descarbonización. Junto a Porsche, Stellantis ya está probando 28 familias de motores de gasolina y diésel fabricados desde 2014 con combustibles sintéticos. Se están sometiendo a pruebas exhaustivas que evalúan diversos parámetros.
Otro fabricante que está ahondando en el tema es Lamborghini. La firma de Sant’Agata de Bolognese no quiere un futuro completamente eléctrico. Esa es precisamente la razón por la cuál la compañía se ha metido de lleno en la investigación de los combustibles sintéticos. De esta forma, Lamborghini tiene la esperanza de poder extender la vida útil de sus motores de combustión interna.
El proyecto para fabricar más e-Fuels
La nueva planta de combustibles sintéticos se ubicará en Matagorda, en el sur de Texas. Como señala la directora ejecutiva de HIF Global, “en Texas queremos llevar los e-Fuels al siguiente nivel de escala comercial, con una producción de aproximadamente 750 millones de litros por año«. Comparado con la planta de Chile, son unas cifras notablemente elevadas.
Pensemos que la planta ubicada en Punta Arenas ha producido alrededor de 130.000 litros desde 2022. Una cifra reducida, pero suficiente para las pruebas iniciales con Porsche. De cara a las dos fases siguientes, la capacidad se incrementará a unos 55 millones de litros anuales para 2024 y alrededor de 550 millones de litros para 2026.
Porsche será el principal cliente del combustible, aunque otros socios del proyecto son la energética AME, la petrolera chilena ENAP y la energética italiana Enel. Este combustible se utilizará inicialmente en proyectos como la Supercopa Porsche Mobil 1; así como en los Porsche Experience Centers. La nueva planta de Texas tiene el objetivo de reducir los costes de producción.
Concretamente, en HIF Global estiman que una vez que los combustibles sintéticos se produzcan a escala industrial, los precios podrían caer a alrededor de 2 euros por litro. La compañía espera poder producir la cifra estimada para 2027. Para lograrlo, HIF Global necesitará 300.000 toneladas de hidrógeno verde por año y aproximadamente 2 millones de toneladas de «dióxido de carbono reciclado».