Si eres un apasionado del mundo del motor, es probable que te sientas identificado con la situación que te voy a contar. Imagínate que estás en una reunión de amigos, todos igual de «frikis» que tú en lo que a coches se refiere y, de repente, llega la clásica frase de «pues a mi me encanta el (…) porque como los coches americanos (por ejemplo) no hay ninguno«. Y es en este punto donde comienza el debate, un debate que, casi con total seguridad, sabes que va a ir para largo.
Y es que en realidad, ¿quién construye los mejores coches? ¿Los americanos? ¿Los italianos? ¿Los coreanos? ¿Los suecos? Puede que en su día esta frase tuviera algo más de sentido, cuando las marcas todavía pertenecían a sus países originarios y el tema de la inmigración no estaba tan extendido, pero, ¿hoy en día? Pues la verdad es que todos. Todos ellos juntos.
Actualmente vivimos en la era de la globalización, donde las fronteras cada vez están más difuminadas y los trabajadores cualificados aparecen en cualquier lugar del planeta. Si bien es cierto, hay marcas que hacen mayor hincapié en tener un capital humano geográficamente variopinto que otras, al fin y al cabo cada país tiene sus costumbres y la diversidad despierta la creatividad, empuja la innovación y ayuda a construir coches más seguros e inteligentes diseñados por y para las personas de todo el mundo.
Pongamos de ejemplo a Volvo, quien probablemente sea una de las marcas más comprometidas con este tema a través del concepto “Made by people”. Desde los años 50, la marca sueca ha intentado que los trabajadores que desarrollan y construyen sus vehículos sean de diferentes países y nacionalidades. Y no porque se consideren una empresa puramente humana, sino simplemente porque creen que este hecho les hace ser algo mejores, tanto a ellos como a sus productos. Recordad que en la variedad está el gusto.
Hace tiempo, Björn Annwall, vicepresidente primero de marketing, ventas y servicio de Volvo Cars comentaba que «el hecho de que nuestro equipo sea tan diverso supone una gran ventaja para nosotros. Para crear algo nuevo, es esencial contar con diferentes soluciones y fomentar el pensamiento crítico. En este momento tenemos empleados de casi 50 nacionalidades y todos contribuyen activamente al diseño, desarrollo, marketing, ventas y servicio de nuestros vehículos. Para nosotros la diversidad es algo más que un concepto relacionado con la edad, el género, la orientación sexual o la etnia; se trata más bien de aprovechar los conocimientos, la experiencia y la personalidad de la gente que trabaja con nosotros. Estamos convencidos de que la diversidad ayuda a crear mejores productos«.
Lógicamente, tener sólo un equipo multicultural no lo es todo, este también ha de estar compuesto por personas preparadas, motivadas y, sobretodo, comprometidas con su trabajo. Pero si fusionamos todas las variables, ¿qué puede fallar en la fórmula?
Siguiendo con el ejemplo, pensemos en un modelo de éxito del fabricante, el Volvo XC60, un todocamino que llegó justo cuando la fiebre SUV empezaba a calar hondo entre la población de todo el mundo. Cuando la competencia es fuerte, hay que diferenciarse del resto sea como sea, y en base a su filosofía multicultural, Volvo optó por un modelo centrado en las personas, tratando de desarrollar un automóvil para los conductores más exigentes que buscaran refinamiento y libertad, tanto en la ciudad como fuera de sus límites.
Así, el XC60 cuenta con un puesto de conducción enfocado al conductor, unos asientos lo más ergonómicos posibles para que todos los ocupantes puedan disfrutar del viaje durante horas sin apenas sentir cansancio, sistema Sensus Connect que convierte la pantalla de siete pulgadas del salpicadero en un centro de información y entretenimiento conectado a Internet, sistema Volvo On Call para controlar de forma remota el vehículo o un sistema de sonido de primera firmado por Harman Kardon, entre muchos otros.
Estos son solo algunos ejemplos del compromiso de Volvo con las personas, en este caso con sus propietarios, aunque la cosa no acaba aquí, porque como bien sabréis el tema de la seguridad siempre ha sido la máxima de la firma sueca. De hecho, afirman que para 2020, su objetivo es que nadie fallezca ni resulte gravemente herido a los mandos de un Volvo nuevo. Por ello, sus vehículos también incluyen el sistema Intellisafe, basado en la seguridad intuitiva para proteger tanto a ocupantes como a peatones, con tecnologías como la detección de viandantes y ciclistas, el City Safety, la advertencia de colisión, la alerta de tráfico cruzado o el freno automático, entre otros.
Si a esto le sumamos los esfuerzos por favorecer la conducción eficiente con los nuevos motores Drive-E que aúnan prestaciones y eficiencia, el resultado es un vehículo diseñado para personas de todo el mundo, por personas de todo el mundo. Podrá no ser el mejor SUV del mercado en algunos aspectos, pero sus buenas cifras de ventas demuestran que numerosos clientes comparten la filosofía y el compromiso de Volvo, así que a partir de ahora, si te preguntan quien construye los mejores coches, ya lo sabes, las personas.
me cago en tu puta madre por no avisar de que es un articulo patrocinado señor cabeza de polla