Manhart sube a su mesa de trabajo uno de los M más explosivos, el 1M, que tras una puesta a punto mecánica y con la adopción de una estética más abrupta e irreverente, se proclama casi como el arma definitiva para enfrentarse a sus hermanos mayores de marca.
Bajo el apodo Mh1 Biturbo, este tunner renueva más que ligeramente el coupé pequeño de más aceptación de BMW después del Serie 3 Coupé. Apuesta por una nueva admisión de aire de carbono, una actualización de los parámetros de software y un sistema de refrigeración redimensionado que solo con ellos consigue un aumento de potencia de 125 caballos adicionales, situando a este nuevo velocípedo en casi 470cv, lo que con su relación peso/potencia lo convierte en firme candidato para codearse en lo más alto de la tabla con la creme de la creme de los superdeportivos.
El MH1 Biturbo recurre a la fórmula de la intimidación con un aspecto mucho más agresivo que el de serie del 1M. Monta un spoiler delantero más ancho y bajo con generosas tomas de aire. La tapa del motor está terminada en fibra de carbono, el difusor trasero, de nueva factura, es de mayores dimensiones para integrar además unas salidas de escape de mayor diámetro, las cubiertas de los retrovisores son nuevas, y el tren de rodaje, que es sin duda lo más espectacular se basa en la conocida fórmula del cuanto más grande mejor. Delante calza neumáticos 245/30 sobre llantas de 20 pulgadas de diámetro y atrás 295/25 sobre la misma medida, modelo Sport Contact de Continental.
El interior es la única parte del coche que mantiene la línea de serie (para qué modificar un conjunto bien resuelto), solo suma una nueva interfaz multimedia similar a las del Nissan GTR en la que llevar “la cuenta” con todos los datos necesarios de potencia, par, aceleración, temperatura y demás datos.
El precio, algo más de 30.000 euros, lo que sumado al precio base del 1M, lo sitúan a la altura de un más que común M3, pero con una generosa dosis de personalización e individualismo.
Fuente: Manhart