Hoy en día estamos inmersos en una ardua batalla contra los diésel, poco a poco las grandes ciudades prohibirán la circulación de los más contaminantes, mientras que en España, el Gobierno ya ha fijado el año 2040 para poner fin al motor de combustión. La ventas de vehículos diésel siguen cayendo continuamente cada mes, en octubre continuaron perdiendo relevancia con un total de 33,8% de cuota frente al 65,1% de los gasolina.
Esto puede parecer una gran noticia para el medio ambiente, pero no es así, ya que en el 2017 se produjo un aumento de la polución media de CO2 hasta los 118,1 g/km, frente a los 117,8 g/km del año pasado. Según la consultora JATO, es una consecuencia directa de la caída de ventas de los diésel, que emiten menos CO2 que los gasolina. Pero no solo eso, sino que el éxito del segmento SUV también tiene parte de culpa en este aumento de las emisiones.
Este dato obtenido en el 2017 nos aleja aún más de conseguir los objetivos impuestos por la Unión Europea para el año 2020, pero no solo eso, sino que además, con la llegada del nuevo ciclo de homologación WLTP más exigente, las emisiones han crecido entre un 10% y un 30% por cada modelo. Toyota, Peugeot, Citroën y Renault se sitúan entre las marcas menos contaminantes del 2017, en la cabeza se sitúa el fabricante japonés con tan solo 101,2 g/km.
Toyota, Peugeot y Citroën fueron las marcas menos contaminantes del 2017, mientras que Mazda, Mercedes-Benz y Volvo se sitúan al final de la tabla.
Un puesto más abajo está Peugeot, la que fue líder en el 2016 y ahora ha caído al segundo puesto como consecuencia de un aumento de las emisiones hasta en 2,7 g/km. Toyota ha conseguido hacerse con el primer puesto de la tabla gracias al aumento de ventas de modelos híbridos, que ya suponen la mitad de las unidades vendidas de la marca. En el tercer puesto está Citroën con 105,5 g/km y ya en un cuarto puesto Renault con 106,6 g/km. Entre las marcas más contaminantes encontramos a Mazda, Mercedes, Volvo o Audi.
En el 2018 las ventas de diésel siguen en caída libre, lo que significa que muy probablemente este año vuelvan a aumentar las emisiones de CO2. Mientras tanto, la moda SUV sigue en activo, con modelos como el Peugeot 3008, Nissan Qashqai o Seat Arona encabezando las listas de ventas. Con este futuro tan incierto para el diésel, el objetivo de emisiones impuesto por la Unión Europea parece difícil de conseguir.
La demanda de diésel irá disminuyendo año tras año si continúa esta tendencia, lo que hará casi imposible cumplir con el máximo de 95 g/km para el año 2021. Cada vez son más ciudades las que están apostando por nuevas medidas y restricciones en contra de los diésel, por lo que las ventas de este tipo de vehículos seguirán cayendo hasta que aparezca una alternativa real más limpia y sostenible. De momento, parece que en el futuro más próximo se apostará por los híbridos e híbridos enchufables como una solución a corto plazo.