Lo que se conoce en Reino Unido como Vanity Plates o matrículas personalizadas son, tal y como se deduce de su nombre, unas placas por las que el propietario del vehículo paga una cantidad de dinero extra para tener su propia selección de números o letras que por lo general, forman una frase, palabra, lema o abreviatura que lo identifica como persona o con la que se quiere identificar.
En muchos países, las ventas de matrículas personalizadas son a menudo una fuente importante de ingresos extra muy importante para la administración.
Hoy os vamos a mostrar un caso digno de mención. Supongo que muchos de vosotros conoceréis al Bugatti Veyron por sus prestaciones y por su alucinante precio, pero, ¿y si os digo que hemos encontrado una placa personalizada que vale más que un Bugatti Veyron?
El Bugatti Veyron de la foto monta la placa de matrícula “1 B” y hay que decir que esta personalización le ha costado al dueño lo mismo que el coche.
Para tener una idea de lo que significa el mercado de las placas personalizadas en países como Reino Unido, el dueño de la placa con la inscripción «F1» adquirió la matrícula en 2008 pagando unos 530.000 euros y a día de hoy ha rechazado una oferta por la misma de más de 7 millones de euros.
¿Una forma más de quemar el dinero?
Es que hay gente con tanto dinero que ya no saben qué hacer con él