El sistema de monitorización (RVM) trasero ha sido el culpable de que la marca haya sido galardonada con el Premio Euro NCAP al mejor sistema de seguridad, ya que han sido los primeros en crear un sistema con estas características.
Estamos acostumbrados a pensar que seguridad es sinónimo únicamente de airbag, pero en este caso el sistema de monitorización ayuda al conductor a evitar situaciones peligrosas e incluso colisiones con otros vehículos al cambiarse de carril.
¿Cómo funciona este sistema? El coche incorpora dos sensores de radar, uno a cada lado del paragolpes trasero. Estos miden la distancia y la velocidad de los vehículos que rodean al coche.
Cuando el conductor maneja el coche a velocidades superiores a 60 km/h, el sistema RVM le advierte con una luz, en el retrovisor de donde proceda el vehículo, de la proximidad de otro vehículo ya sea porque se encuentra en ángulo muerto o simplemente porque se acercará en los próximos 5 segundos en un radio de 50 metros.
Si en ese momento el conductor decide girar y se aproxima un vehículo, la luz parpadeará y además sonará un zumbido, advirtiendo al conductor que no debe cambiar de carril en ese instante pues existiría riesgo de colisión.
En caso de que el clima no sea lo más favorable, no tendríamos que preocuparnos por su funcionamiento, pues está diseñado para trabajar en condiciones adversas y detectar cualquier tipo de vehículo, incluidas las motocicletas.
Se acabaron los ángulos muertos y la inseguridad al cambiar de carril. ¿Será Mazda el pionero que impulsará el uso de este sistema en otras marcas?