El mundo está cambiando a pasos agigantados. El consumidor ya no busca únicamente comprar un producto, ahora busca vivir toda una experiencia alrededor del producto o servicio, que este albergue cierto contenido emocional. La tendencia refleja una notable evolución desde el hecho de pagar para tener hacia pagar para usar, tal y como ocurre con los actuales servicios de carsharing, por poner un ejemplo.
Está claro que el mercado es cada vez más gaseoso y que el usuario busca un trato más personal -del B2C al B2Me-, una experiencia 360º, pero esto supone un verdadero reto para las empresas, las cuales han de ser capaces de ofrecer productos y servicios más flexibles y colaborativos, pasando del owning al sharing.
El sector del automóvil es uno de los que más afectados se ve por estos cambios, ya que los fabricantes deben buscar estilos de vida más cómodos y modernos, siendo capaces de ofrecer todo lo que el público demanda, especialmente en materia de conectividad e innovación. En este sentido, desde Mazda nos explican que la evolución compra de producto-crédito-renting ha pasado del 33% de la clientela en 2015 al 47% en 2018.
Además, hay que tener en cuenta que actualmente estamos viviendo un momento en el que los clientes tienen incertidumbres acerca del futuro de la movilidad, especialmente relacionadas con restricciones al tráfico en las ciudades, y acusan una gran falta de tiempo en su vida cotidiana que se plasma en el surgimiento de nuevos hábitos de consumo. Por ejemplo, podemos ver como el renting ha crecido desde un 2% en 2014 hasta un 8% en 2018.
La firma nipona es consciente de que ya no se venden productos, se venden marcas, de ahí la necesidad de crear experiencias que creen un vínculo emocional con el consumidor. Nace así Rent&Drive, un producto que llega para complementar la actual FlexiOpción de la compañía, es decir, la multiopción que Mazda lleva años ofreciendo y que también ha crecido de un 7,5% a un 36% en el periodo 2015-2018.
El servicio se encuentra disponible para vehículos nuevos e incluye toda la gama de Mazda.
Básicamente, Rent&Drive ha sido concebido como un renting para particulares. En colaboración con Santander Consumer Renting, que ya ofrece servicios de renting para empresas y autónomos, Mazda ha creado un producto que busca eliminar algunos elementos de fricción tradicionales como el mantenimiento, el seguro o el pago de los impuestos ofreciendo un servicio integral. Con ello, se ahorra tiempo y se gana flexibilidad y comodidad, pues lo tienes todo incluido en un precio cerrado.
Así, Mazda Rent&Drive supone una nueva línea de negocio que ofrece unas coberturas muy amplias con cuotas mensuales muy accesibles, gracias a los valores residuales líderes que ostentan cada uno de sus modelos. Esto permite al cliente disfrutar de un vehículo del fabricante sin pagar entrada (o pagándola si lo prefiere, a fin de reducir las cuotas mensuales) y con todos los servicios ya incluidos.
De esta forma, se puede acceder a un coche sin preocuparse de gastos adicionales, la incertidumbre del mercado o la depreciación del vehículo. Es configurable en plazos desde 2 hasta 5 años y desde 10.000 hasta 40.000 kilómetros anuales, con cambio de neumáticos opcional.
A cambio de una cuota mensual, los clientes disfrutan de mantenimiento integral, reparaciones del vehículo por desgaste de piezas y/o averías, asistencia en carretera, recursos de multas, pago de impuestos -municipal y liquidación del impuesto de matriculación-, además de seguro a todo riesgo sin franquicia y sin límite de edad. Por ejemplo, puedes tener un Mazda2 con una cuota desde 6 euros al día (precio sin IVA).