Soy de los que consideran que el permiso de conducir es un documento indispensable que todos deberíamos tener en nuestro poder “por si las moscas”. Puede que no necesites un vehículo en tu día a día o que pases algún tiempo sin tocar un volante, pero lo cierto es que hablamos de una licencia que nunca está de más llevar en nuestra cartera porque no sabemos cuándo podríamos necesitarla, tanto en nuestro país como fuera de él.
Cuando salimos de la autoescuela, somos jóvenes e inexpertos, y nos guste o no, seguimos siéndolo durante una generosa pila de años, salvo que hagamos mucho hincapié en mejorar y adquirir experiencia con cursos de conducción o similares. Sea como sea, hay quien tienen más o menos habilidad desde el principio, quien es más responsable, a quien le gustaría haber protagonizado el último spot de la DGT (podéis verlos en los dos vídeos a continuación)…
En esta línea, Estamos Seguros ha elaborado de nuevo su curioso informe ‘III Informe sobre la juventud al volante: Por qué es necesario ser prudente‘ (podéis verlo pinchando en el enlace) que me parece interesante compartir con vosotros. En él se recogen los datos de accidentabilidad y siniestralidad en la carretera teniendo en cuenta tres parámetros diferentes: la edad, el sexo y las provincias españolas donde tienen lugar los siniestros.
El informe de ‘Estamos Seguros’ revela que con 25 años la probabilidad de sufrir un siniestro al volante es 2,3 veces mayor que con 35 años.
Al fin y al cabo, la siniestralidad al volante es uno de los temas que más preocupa a la DGT, de ahí la reciente aprobación en la rebaja del límite de velocidad en las carreteras secundarias de 100 a 90 km/h, entre otras medidas. Y de todo el colectivo, los jóvenes acostumbran a ser los más imprudentes, resultando los que más accidentes graves tienen.
Según lo que podemos apreciar en el informe, resumido en una sencilla infografía que os adjunto a continuación, Soria encabeza el podio por tercer año consecutivo en la segmentación provincial, siendo las mujeres las que logran el aprobado al tener menos accidentes graves. Completan el podio Huesca y Ciudad Real, aunque los jóvenes también han logrado aprobar en Ávila y Segovia.
Por el contrario, si solo tenemos en cuenta los accidentes leves, como aquellos que se producen en los entornos urbanos que apenas superan los daños materiales, logran aprobar todos los jóvenes de todo el país. En todo caso, se ve con claridad cómo la probabilidad de tener un percance va descendiendo conforme se gana experiencia al volante.