A la Clase C ya empezaban a pesarle los años en comparación con el tecnológico Audi A4 y el nuevo BMW Serie 3, por lo que este año los chicos de la estrella han renovado sutilmente el modelo. Estaba claro que la berlina de Mercedes-Benz ya estaba pidiendo a gritos la herencia de algunas tecnologías como el cuadro de instrumentos digital de otros modelos de la gama y algunos elementos de equipamiento propios de estos.
Estéticamente, las novedades son ínfimas, pues simplemente estamos ante un restyling que llega acompañado de leves retoques en los paragolpes, la parrilla -con diversas molduras plateadas o cromadas en función del acabado- o los faros. Continúa siendo bastante discreto y conservador, y esa es precisamente la razón por la cuál Wald International ha elegido a la berlina como base para su última preparación.
Ya sabéis que este especialista del mercado de accesorios del automóvil no se caracteriza especialmente por su discreción, así que tal y como cabría esperar, su última obra luce en su carrocería una temática completamente negra, aderezada únicamente con algunos detalles cromados para el paragolpes delantero, también de nueva factura, y la cuádruple salida de escape posterior.
Wald International ha pintado de negro desde la parrilla delantera y las lunas hasta el logotipo de la compañía germana.
Son también novedad los faldones laterales y el difusor posterior, mucho más agresivo y propio de un vehículo de competición. Todo ello queda rematado por unas llantas de nueva factura que -¡Sorpresa!- están pintadas en negro y una suspensión rebajada que no tiene pinta de ser muy práctica. Por desgracia, para la mecánica no hay novedades.