Si alguien se acerca a ti e intenta hacer una predicción sobre el futuro de la automoción, mejor date la vuelta y échate a correr. Humo y más humo en la información pero menos humo en los tubos de escape, eso es lo que nos espera en los próximos años, unos años en los que los fabricantes todavía no saben a ciencia cierta por dónde van a ir los tiros.
Hace unos días, Mercedes-Benz nos comentó cómo iba a ser su stand y cuáles iban a ser sus novedades en el Salón del Automóvil de Ginebra. Además del nuevo CLA ShootingBrake y de alguna novedad adicional, la marca mostrará el Mercedes AMG-S65 Final Edition.
Te puede parecer una excelente berlina, y lo es, sin embargo, ¿y si te decimos que el motor V12 de 6.0 litros va a desaparecer?
No es la primera vez que Mercedes-AMG nos amarga el día y es que la primera vez fue hace poco más de un año cuando el propio Tobias Moers nos advirtió sobre la retirada gradual de lo que nosotros ya consideramos «relojes de cuco» o joyas de la mecánica que no volveremos a ver.
Se irá del Clase S y probablemente irá desapareciendo en los próximos meses del resto de modelos de la gama de AMG y Mercedes-Benz pero se quedará de forma residual en Maybach, aunque no por mucho tiempo…
Aunque es una lástima, desde la misma marca pronostican que la mecánica encargada de tomar esta posición de avanzadilla será la V8 biturbo que debutó en el AMG GT.
Esta mecánica V8 con doble turbo y 4.0 litros de cilindrada puede asociarse a tecnologías híbridas y sobrevivir a la escabechina que están causando los nuevos ciclos de homologación y las nuevas normativas de emisiones.
Según los responsables de la marca, el actual V8 es un motor bastante eficiente que en combinación con las tecnologías de hibridación ligeras y medias puede gozar de un ciclo de vida mucho más largo de lo que todo el mundo puede llegar a creer.
Una vez más, olvídate de grandes motores en V o W porque el futuro pinta negro para estos motores, al menos como los conocemos hoy en día…