Ser empresario es realmente complicado. Tu negocio es tu pequeño bebé, por lo que cuidarlo lo mejor posible siempre es una preocupación en tu cabeza. Tener una empresa abarca numerosos aspectos, desde la gestión de las cuentas hasta el trato con tus empleados o con los clientes.
Hay mil tipos de empresas y cada una tiene su visión, su misión, su forma de hacer las cosas, sus propios ingresos e incluso sus propios costes, pero muchas de ellas coinciden en una misma necesidad: la compra de un vehículo.
Es por ello que, como empresario y comprador, conviene tener muy claros todos los parámetros de uso que envolverán al nuevo automóvil a adquirir, a fin de saber si los métodos de compra y los vehículos más tradicionales son los más interesantes para ti, pues recuerda que, después de la oficina, el coche es una de las inversiones más importantes para tu empresa…
Cada vez más usuarios, tanto a nivel particular como de flotas, se decantan por vehículos híbridos-eléctricos, al igual que también se elevan constantemente las cifras del renting y el leasing.
No es un tema sencillo, cualquier matiz puede hacer que optes por una u otra opción, pero te conviene tener una idea de lo que el mercado te puede ofrecer para ahorrarte unos cuantos cientos de euros mes a mes y año tras año. Para ello te traigo esta guía de todo lo que necesitas para considerar estas alternativas como una opción viable para ti y tu empresa.
Empecemos por lo fácil, el tema de los híbridos
Con las matriculaciones de vehículos eléctricos e híbridos PHEV mostrando excelentes resultados durante los últimos meses en España, muchos ya comienzan a hacerse la pregunta de si realmente merece la pena comprar un vehículo de este tipo. Hoy vamos a tratar de solucionar todas vuestras dudas, hablando de los incentivos existentes actualmente en nuestro país.
Comenzaremos analizando las ventajas del vehículo híbrido-eléctrico con la primera y más obvia que es la de utilizar una energía más limpia que el resto de coches convencionales. Esto conlleva una bajada en las emisiones de CO2 y un mejor rendimiento del combustible. Salvo excepciones, obtendremos -especialmente en ciudad- buenas medias de consumo gracias a su motor eléctrico que aprovecha las frenadas y desaceleraciones.
En segundo lugar, con su compra obtendremos una serie de incentivos que en ocasiones pueden ser importantes (aunque también hay que tener en cuenta que este tipo de vehículos no son precisamente baratos). La frenada regenerativa que incorporan los sistemas híbridos-eléctricos para aprovechar al máximo la energía de la frenada nos ahorra en muchos casos tener que estar recargando el vehículo constantemente.
Otra de las posibles ventajas de un híbrido-eléctrico es su menor coste de mantenimiento, al prescindir de numerosos elementos tradicionales como embrague, motor de arranque o correa de distribución se producirán menos averías. Algunas estimaciones calculan que durante el primer año el coste de mantenimiento será hasta un 45% menos que un coche de combustión.
Si hablamos del mercado de segunda mano de vehículos híbridos, también encontramos una nueva ventaja, y es que su precio se devalúa menos que los vehículos de combustión y, por tanto, a la hora de su venta podremos obtener un mayor beneficio.
Como principal ventaja que encuentro personalmente, son las facilidades que se dan en las grandes ciudades a este tipo de vehículos, dado que los protocolos anti-contaminación son mucho menos agresivos con híbridos y eléctricos. Esto implica que en Madrid pagaremos un menor precio en la zona SER o que los días que se active un protocolo por altos niveles de contaminación estaremos exentos de prohibiciones.
Ya para acabar cabe destacar su mayor autonomía, pues dado que estos combinan varios motores podemos recorrer más kilómetros sin realizar una parada.
Eso sí, debemos tener en cuenta también que viajando por autopista y a velocidades en torno a los 120 km/h, el motor eléctrico no podrá recargar apenas energía sin frenadas, lo que conlleva que en cuanto se acabe toda la carga de las baterías y solo actúe el motor de combustión los consumos ascenderán considerablemente.
Pero no es oro todo lo que reluce. Como principal desventaja de este tipo de vehículos se encuentra su alto precio, por ejemplo, uno de los modelos más populares como es el Toyota Prius roza los 30.000 euros.
Otro de los problemas que nos encontramos viene con las baterías, las cuales suponen un problema a la larga ya que no son reutilizables, pero sí altamente tóxicas. Cuando finalice la vida útil de estas deberán ser tratadas correctamente en centros especializados o directamente retiradas por el fabricante para el cambio por otras nuevas.
Ya para finalizar, también cabe hablar de su peso, pues en ocasiones este es muy superior al de un vehículo de combustión. Esto se traducirá en un mayor trabajo para ambos motores y, en el caso de que el motor eléctrico se descargue totalmente, el consumo ascenderá hasta cifras muy por encima de lo habitual.
Por esta razón, los coches híbridos tienen como hábitat principal la ciudad, donde gracias a las constantes frenadas y unas velocidades que rondan los 50 km/h, será difícil que agotemos por completo las baterías.
Alternativas a la compra convencional: renting y leasing para autónomos
Hablamos de renting como un contrato de arrendamiento, un contrato por el cual una de las partes, llamada arrendador, se obliga a transferir temporalmente el uso y goce de un bien mueble o inmueble a otra parte denominada arrendatario, quien a su vez se obliga a pagar por ese uso o goce un precio cierto y determinado.
Es un contrato mercantil de alquiler a largo plazo, por lo general de un bien mueble. En este caso de vehículos.
En otros países europeos existe una cultura de alquiler mucho más afianzada dentro del ámbito del automóvil, pero en España no se introdujo hasta 1985. A día de hoy, supone aproximadamente el 20% de las matriculaciones de coches nuevos, aumentando año tras año.
A diferencia del renting, el leasing, que sí está considerado como una operación financiera, es un contrato de alquiler con opción a compra puro y duro entre dos partes excluyendo todos los servicios que puedes encontrar en la tabla que te adjunto un poco más abajo. Por decirlo de algún modo, el leasing es más propio de actividades empresariales y, a pesar de que no está muy extendido, el renting es accesible a particulares.
El leasing implica un mayor coste financiero de la deuda con relación a un crédito bancario normal y solo permite acceder a la propiedad del bien una vez terminado el contrato. Además, no suelen incluir servicios adicionales como sí ocurre con el renting (seguros, reparaciones…), al tiempo que cancelar el contrato supondrá pagar una penalización.
Es por ello que, a pesar de no ser considerado un instrumento financiero en sí, muchas empresas optan por el renting y lo utilizan como financiación a largo plazo. Evitan así el desembolso que supone para una empresa la compra de un vehículo. En una empresa se podrán obtener muchas más ventajas, ya que, por un lado, el bien no figura dentro del balance contable (por tanto, no supondrá una carga de endeudamiento) y por otro, a efectos fiscales, la cuota es totalmente deducible, siempre y cuando el bien en alquiler esté relacionado con la actividad.
Los profesionales y autónomos también pueden deducir el importe de su cuota en el Régimen de Estimación Directa del IRPF, siempre que se trate de un gasto necesario para el desarrollo de su actividad profesional. La duración mínima de un contrato puede variar en función del tipo de vehículo que se alquile y las características del cliente: entre 1 y 48 meses.
Cuando se formaliza un contrato se pacta la cuota a pagar, dentro de cuyo importe están incluidos varios servicios. La cuota la conforma la cantidad correspondiente al seguro a todo riesgo, pero también la de los servicios o paquetes de mantenimiento, reparación y reposición contratados. Una vez formalizado el contrato también se pactarán unas cuotas mensuales, trimestrales o anuales, fijas o variables, en función del grado de uso.
Ventajas generales de contratar renting como autónomo o empresa
- Ofrece un ahorro medio del 15% sobre la compra al contado o financiación.
- Cambio de vehículo según las necesidades. Cualquier tipo de vehículo es susceptible de ser arrendado mediante esta modalidad.
- Los vehículos suelen incluir más sistemas de seguridad que la media.
- Se tiende a elegir las flotas más ecológicas y eficientes.
- La cuota de coste fijo te facilitará la planificación de los gastos.
- Tanto las reparaciones, averías, mantenimiento, neumáticos y seguro están incluidos en la cuota (según planes).
- Ofrece la posibilidad de no perder liquidez al no retener la cantidad íntegra en el momento de la compra.
- Es una contratación que no figura en el balance si no que se asienta como un gasto.
- Evitas amortizaciones de movilizado en tu cuenta de resultados.
Inconvenientes del renting como autónomo o empresa
- No serás el propietario del vehículo, siempre el arrendatario.
- No podrás cancelar el contrato. O tendrás que abonar la penalización por cancelación.
- No podrás hacer modificaciones en el coche por tu cuenta.
- Si sobrepasas el número de kilómetros recorridos establecidos (si los hubiera), tendrás una penalización.
- Las reparaciones que necesite el coche sólo podrás hacerlas en algunos talleres que te indique la empresa.
Ejemplo de servicios en los diferentes paquetes.
Preguntas frecuentes
¿Dónde contrato renting o leasing para autónomos o empresas?
En la actualidad, prácticamente todas las marcas de coches ofrecen la posibilidad de obtener en renting sus modelos a través de sus servicios financieros. También existen multitud de empresas y entidades que se dedican a gestionar y ofrecer los servicios. Entre ellas: ALD Automotive, LeasePlan, Alphabet, Arva, Northgate…
¿Hay renting de motos para autónomos?
A día de hoy es un servicio poco trabajado, no obstante hay opciones como Cooltra o la división de motos de Alphabet.
¿Qué pasa cuando finaliza el contrato?
Tienes dos opciones:
- Devolver el vehículo a la compañía.
- Contratar uno nuevo o ampliar el plazo por un año más, refinanciando la cuota.
¿Cómo calcular mi cuota mensual?
Casi todas las empresas te ofrecen un cotizador online para que hagas un cálculo (a veces estimado) de la cuota para tus necesidades de cliente.
¿Cada cuánto puedo cambiar el coche?
En la mayoría de empresas podrás hacer el cambio de forma casi inmediata (según disponibilidad del nuevo vehículo) negociando la cuota pactada.
¿Existe la posibilidad de obtener un vehículo de ocasión?
No, tanto las empresas de renting como las financieras sólo ofrecen este producto en vehículos nuevos.
¿Quién paga los impuestos (Impuesto Municipal de Circulación, ITV, etc) ?
En las Condiciones Generales del contrato se exponen los «derechos y obligaciones» de cada parte y se describe el contenido de cada uno de los servicios ofrecidos que pueden variar dependiendo de las necesidades del cliente o la empresa.
Muy buena información, gracias por compartirla. Seguid así!