El coupé de Mini se distinguirá, según la marca por su maniobrabilidad y por tener las mejores prestaciones de la gama a parte de por su diseño inconfundible con el techo en forma de casco y los pilares A inclinados que le dan un carácter deportivo inconfundible.
El Mini coupé es el primer vehículo de la marca con diseño de tres volúmenes, con una silueta plana y deportiva, propia de un coupé. Respecto al modelo convencional, este es 52 milímetros más bajo, lleva integrado un deflector posterior y un alerón que se activa a partir de una velocidad de 80 km/h.
Pese a ser un Mini y tener 2 plazas, se ha dotado al “deportivo” de un amplio maletero con un gran paso entre el mismo y el habitáculo para transportar objetos largos. Además la nueva línea le permite incorporar un portón posterior con gran ángulo de abertura, para introducir objetos más fácilmente en el maletero.
Según BMW, la sensación que transmitirá el nuevo coupé es la misma que transmite un kart, gracias al reglaje del chasis, a la equilibrada repartición del peso y a la calidad de la estructura de la carrocería que permitirá al conductor disfrutar al máximo de la conducción.
Será un vehículo tecnológicamente avanzado pues incorporará elementos como la servodirección electromecánica y sistema de regulación DSC (Dynamic Stability Control) de serie. Control de tracción DTC (Dynamic Traction Control) con EDLC (Electronic Differential Lock Control) opcionales (de serie en el MINI John Cooper Works Coupé).
El interior cambiará radicalmente, en él se incorpora por ejemplo los rebajes elípticos en el guarnecido del techo que optimizan el espacio por encima de las cabezas. Asientos deportivos de serie (MINI Cooper S Coupé, MINI Cooper SD Coupé, MINI John Cooper Works Coupé). Vano portaobjetos en la parte posterior, de llamativo diseño tridimensional y las infinitas posibilidades de personalización que ofrece la marca, harán de cada Mini coupé una experiencia única.