Como ya os adelantamos antes del verano, la producción de la anterior generación del MINI Countryman se detuvo el pasado mes de junio, por lo que era de esperar que el nuevo modelo no tardase en llegar al mercado. Basado en la plataforma UKL2, el Countryman 2017 no es una mera actualización, sino un coche completamente nuevo diseñado desde cero.
Es cierto que los MINI cada vez son más ‘mini’, y buena prueba de ello son los 20 centímetros de longitud que gana la carrocería de esta nueva generación, así como una distancia entre ejes aumentada en 7,5 centímetros. La parte buena es que, gracias a ello, también gana notablemente en espacio y versatilidad, todo ello combinado con un diseño exterior mucho más expresivo que su antecesor y un habitáculo en la línea de la nueva gama.
En términos estéticos, los cambios son notables, aunque mantiene las características esenciales de la marca como unas marcadas proporciones, la estructura clara de tres secciones en la vista lateral -techo, sección de cristal y cuerpo-, los voladizos cortos, los grandes pasos de rueda y un aumento de la anchura. Son, sin embargo, novedades características del Countryman una mayor altura libre al suelo, los carriles longitudinales del techo, las luces traseras verticales, la parrilla hexagonal del radiador y los faros de gran tamaño, mientras que unos contornos precisos cincelados sobre unas superficies generosas ponen de relieve la forma deportiva del vehículo y la orientación vertical de la carrocería.
El pintoresco perfil de los faros se aleja de la forma circular típica de la marca, mientras que las luces de estacionamiento integradas en las tomas de aire se utilizan para alojar el alumbrado diurno de serie con faros LED opcionales.
El interior no merece menor atención, pues el nuevo MINI Countryman cuenta con un diseño del salpicadero presidido por una estructura horizontal de líneas alargadas, en combinación con una consola central completa que se extiende hasta el cuadro de instrumentos. El diseño característico del puesto de conducción realza el carácter sólido del modelo gracias a unas salidas de aire que nos recuerdan la orientación vertical de los elementos de diseño exterior, con unos mandos modernos y optimizados ergonómicamente y la icónica consola central integrada en el panel de instrumentos.
Además, el aumento de espacio es notable, con plazas reales para cinco ocupantes -opcionalmente se ofrece el Picnic Bench, un cómodo asiento acolchado para dos personas que se extrae del maletero-; mayor espacio para la cabeza, las piernas y los hombros; una anchura superior y un incremento del rango de ajuste de los asientos. Por ejemplo, la banqueta central puede desplazarse ahora hasta 13 centímetros.
Por otra parte y, en términos de equipamiento, como buen modelo premium que es, cuenta con materiales de primera calidad, radio MINI Visual Boost con pantalla de 6,5 pulgadas a color y preparación para teléfono manos libres Bluetooth y reproducción de tu música por audiostreaming.
Igualmente no faltan los sistemas de seguridad y asistencia a la conducción como el aviso de colisión con función de frenado, el cual puede ampliarse con múltiples opcionales (control de crucero activo, advertencia de peatones con función de freno inicial, asistente de luz de carretera, detección de señales de tráfico…). Ya sabéis que el listado de opcionales os podrá elevar la factura todo lo que queráis, pues tampoco faltan el sistema de sonido Harman Kardon o los sistemas de navegación MINI y Profesional MINI con pantalla de 8,8 pulgadas y sensor táctil (paquete Wired).
Por último y, en materia de conectividad, basándose en una plataforma flexible bautizada como Open Mobility Cloud, MINI Connected -que ahora cuenta con nuevas y completas funciones- se integra perfectamente en la vida digital del conductor a través de puntos de contacto, como el iPhone de Apple y Apple Watch. Otra novedad reseñable es MINI Find Mate, un sistema capaz de realizar el seguimiento de la ubicación de diversos objetos de uso frecuente (bolsas, chaquetas, llaveros…) conectados al sistema y que el conductor quiera estar seguro de no olvidar.
Respecto a la gama mecánica, esta estará compuesta inicialmente por cuatro propulsores, dos de gasolina y dos diésel de última generación, cada uno con tecnología MINI TwinPower Turbo:
- MINI Cooper Countryman: motor de gasolina de 3 cilindros y 1.499 cm3 y una potencia de 136 CV asociada a un par máximo de 220 Nm.
- MINI Cooper S Countryman: motor de gasolina de 4 cilindros y 1.998 cm3 y una potencia de 192 CV asociada a un par máximo de 280 Nm.
- MINI Cooper D Countryman: motor diésel de 4 cilindros y 1.995 cm3 con una potencia de 150 CV asociada a un par máximo de 330 Nm.
- MINI Cooper SD Countryman: motor diésel de 4 cilindros y 1.995 cm3 con una potencia de 190 CV y un par máximo de 400 Nm.
En el MINI Cooper Countryman y, como alternativa al cambio manual de 6 velocidades, se ofrece el cambio Steptronic de 6 velocidades y, para el nuevo MINI Cooper S Countryman y el nuevo MINI Cooper D Countryman, está disponible un cambio Steptronic de 8 velocidades, el cual viene de serie en el MINI Countryman Cooper SD. En cualquier caso, la última generación de motores y cambios ofrece al nuevo MINI Countryman un aumento perceptible del temperamento, así como mejoras mensurables en términos de prestaciones respecto a su predecesor.
Lógicamente, en el catálogo de opcionales del nuevo MINI Countryman no faltan tres elementos clave: el sistema de tracción a las cuatro ruedas ALL4 disponible para todas las variantes de motor; el control dinámico de la suspensión (la cuál ha sido optimizada); y los modos de conducción que actúan sobre diversos parámetros de la conducción como el pedal del acelerador y a la dirección, el funcionamiento de las prestaciones de confort eléctricas y a las características del sonido del motor y del cambio Steptronic, en función de motor y de los accesorios. Estos son tres: MID, SPORT y GREEN.
MINI COOPER S E COUNTRYMAN ALL4
Desde luego, si hay algo que realmente es novedad en esta generación del MINI Countryman es su nueva versión híbrido enchufable. Bajo el capó, BMW ha utilizado un sistema de propulsión similar al del BMW i8, contando con un motor eléctrico de 88 CV y 165 Nm de par que transmite su potencia al eje trasero a través de una transmisión de una sola velocidad; y un motor de gasolina de 3 cilindros con una potencia de 136 CV y 220 Nm a 1.250 rpm conectado a un cambio Steptronic de 6 velocidades impulsa las ruedas delanteras. La potencia total son 224 CV.
Así, esta combinación produce una propulsión electrificada a las cuatro ruedas que homologa un consumo de combustible de tan solo 2,1 litros cada 100 kilómetros, mientras que sus emisiones de CO2 son de 49 gramos por kilómetro. Entre sus ventajas cuenta con la posibilidad de permitirnos una conducción exclusivamente eléctrica hasta una velocidad máxima de 125 km/h, eso sí, su autonomía máxima es de solo 40 kilómetros, pudiendo recargarse la batería de alto voltaje de iones de litio (7,6 kWh) con un sistema Wallbox en 2:15 horas -3:15 horas en un enchufe convencional-.
Como cabría esperar, su estética exterior cuenta con elementos diferenciadores respecto al resto de la gama MINI Countryman, aunque sin lugar a dudas los mayores cambios los veremos en el habitáculo, donde nos encontramos con pantallas específicas para vehículos híbridos, un sistema de navegación con sistema de guía de rutas y sistema de gestión anticipatoria de la energía, una capacidad de maletero ligeramente inferior, los tres modos de conducción antes mencionados y tres modos específicos disponibles mediante el botón eDrive:
- AUTO eDrive: puede circular a velocidades de hasta 80 km/h de forma totalmente eléctrica. A mayor velocidad y en caso de cargas intensas, el motor de combustión se activa automáticamente de forma adicional.
- MAX eDrive: circula únicamente con la potencia del motor eléctrico a velocidades de hasta 125 km/h.
- SAVE BATTERY: para mantener el nivel de la batería de alto voltaje o elevarlo hasta un 90%.