La salida de Reino Unido de la Unión Europea va a ser un auténtico quebradero de cabeza para muchos fabricantes con grandes fábricas en la isla.
Para marcas como MINI, el Brexit va a suponer un cambio radical y es que para esta marca, la mayoría de los modelos, incluida la nueva versión eléctrica, se construyen en la planta de BMW MINI en Oxford, importando muchas piezas de otros países de la Unión Europea.
El problema y la incertidumbre están más que servidos y es que ahora que se han efectuados los primeros pasos del Brexit las cosas van a empezar a cambiar. Aunque las reglas comerciales actuales se mantendrán vigentes hasta fines de 2020, mientras se negocia un nuevo acuerdo, que podría incluir aranceles sobre los productos que cruzan la frontera, la incertidumbre está servida.
Aunque todo apunta a que habrá aranceles y aunque muy probablemente estos sean algo más blandos que los que se aplican a productos de otros mercados, todo podría indicar un aumento de costes.
Para hacer frente a esto, desde BMW van a retrasar el desarrollo de la próxima generación del MINI debido en parte a la incertidumbre sobre las relaciones comerciales de Gran Bretaña con la Unión Europea después del Brexit así como con la necesidad de reducir costes.
La tercera generación del MINI hatchback se lanzó en 2014, y una nueva versión debía llegar en 2022 o 2023 aunque ahora, podría retrasarse.
Tal y como han confirmado desde Autocar, el portavoz de BMW, Maximilan Schoeberl, confirmó que el nuevo modelo se retrasaría.
La actual generación del MINI está construida sobre la plataforma UKL1 de BMW y desde Reuters, citando al mismo Schoeberl ha sabido que la vida útil de esta plataforma se ha extendido por diversos motivos, los costes y el Brexit.
Desde la marca tienen clara una cosa, si hay que sacar la fábrica de la isla británica, se saca. Tanto MINI como BMW ya contrataron a VDL Nedcar para ensamblar vehículos en los Países Bajos por lo que si no hay un acuerdo comercial atractivo y los aranceles afectan a la importación de materiales y a la exportación de los coches, la producción se deslocalizará.
Los primeros rumores apuntan a que la cuarta generación de MINI podría renunciar a la plataforma UKL1 y se optaría por la plataforma FAAR de BMW, aunque también podría optarse por una plataforma que está desarrollándose junto con la marca china Great Wall.
Si finalmente no hay acuerdos comerciales y se opta por cambiar la plataforma, la actualización de la factoría sería mayúscula en Oxford, una inversión que no le va nada bien al Grupo BMW y es que este se encuentra realizando grandes inversiones en electrificación.
Y tú, ¿cómo lo ves?