Dicen que hay que poseer un Ferrari para poder encargar uno a fábrica ¿Mito o realidad?

A Enzo Ferrari siempre le gustaron las fraternidades. En una de sus declaraciones, casi siempre polémicas, el diseñador cuenta que no era partidario de vender sus coches a gran escala. De hecho, Ferrari no admitía que sus modelos cayeran en manos de quién no sabía de automoción, además de no aceptar que la marca solo fuera un símbolo de estatus.

Si pensabas que no había nada que un buen bolsillo no pudiese arreglar, mucho me temo que estás muy equivocado, y aquí te lo vamos a explicar, porque comprar un Ferrari no es solo cuestión de billetes. Ahora bien, ¿es necesario tener un Ferrari en propiedad para encargar un nuevo 812 Superfast o un F8 Spider? ¿Qué requisito podría pedir la marca a la hora de comprar un modelo?

Tratemos de arrojar luz a algunos mitos que vienen circulando durante años.

Más demanda que oferta

Ferrari es una de las marcas más valiosas del mundo. Según la clasificación de Brand Finance este 2020, el “cavallino rampante” entabla la primera posición de las marcas más fuertes del mercado, siendo la exclusividad el signo más distintivo para los clientes. Y como la exclusividad no se labra sola, su estrategia de marca se basa en el conservadurismo, trabajando en un mercado en el que la demanda de Ferrari siempre será superior a la oferta.

Aunque las ganas de comprar un Ferrari hayan incrementado durante estos últimos años, la marca anunció que no tenía estimado incrementar el ritmo de trabajo en Maranello; y que a pesar de producir algunos de los coches más codiciados del mercado, prefería mantenerse en la exclusividad y en el privilegio de poder regular su oferta.

Ya lo dijo Enzo Ferrari, que la marca siempre va a entregar un coche menos de lo que podrá esperar el cliente, así que no es de extrañar que quien espere un Ferrari, lo haga con impaciencia, pues la marca es capaz de generar más clientes que vehículos.

Los Ferrari que no solo se compran con dinero

Preston Henn era un prestigioso piloto americano al que le perdía la fiebre por los Ferrari. Coleccionaba grandes modelos en su garaje, tales como un F40, un Enzo o un 458 Especiale, entre otros, e incluso un F1 conducido por Michael Schumacher. La ambición de Henn era infinita, con lo que tras ser anunciado el estreno del LaFerrari Aperta, decidió encargar a la marca una de las setenta unidades limitadas, un modelo al que pocos podían optar.

Y así fue, envió un cheque de 1 millón de dólares a Ferrari deseando recibir su confirmación. Lo que no esperaba Henn era que el equipo de la marca le rechazara el pedido, considerando que el coleccionista no era un cliente lo suficientemente importante como para tener el privilegio optar al modelo. Preston enfureció, reunió a su equipo de abogados y decidió denunciar a la marca por daños y perjuicios.

Henn pedía una indemnización de 75.000 dólares por no entender que la exclusividad no solo se paga, sino se gana. Y es que si bien es verdad que la situación resulta de lo más curiosa, lo cierto es que Ferrari está acostumbrada a lidiar con clientes que no aceptan un no por respuesta.

“La exclusividad de Ferrari no solo se paga, sino se gana”

Llegados a este punto, si Henn no pudo adquirir el Ferrari por su historial en la marca, ¿hay que ser propietario de uno o más Ferrari para encargar uno? Cabe decir que, en algunas ocasiones sí, cuando hablamos de ediciones especiales o one-off. De hecho, la marca cuenta con un estricto equipo de selección que recibe las peticiones del cliente, con lo que se encarga de determinar cuáles son aquellos dignos de complacer.

En este caso, el equipo realiza un minucioso estudio del perfil del cliente, analizando cuántos Ferrari ha tenido en propiedad, así como cuántos ha adquirido en los últimos años, cuáles son las ediciones especiales que posee e incluso si ha llegado a especular con la compraventa de algún modelo, algo que supondría inadmisible para la marca.

Si quieres un Ferrari, lo puedes tener

Y sin optar al mercado de ocasión, porque si lo que buscas es un 812 Superfast pedido a fábrica, la marca no va a exigirte que presentes un reputado historial de Ferrari, ni si quiera que hayas tenido alguno en tu vida. A pesar de que el mito pueda tener su parte de verdad, la marca tiene modelos más accesibles que sí pueden ser comprados en abierto.

Así que si comprarte un Ferrari nuevo está en esa arrugada lista de deseos de 2020, más vale que no te encapriches con el Monza SP1 o con un Aperta, porque lo más probable es que se acaben truncando tus deseos. Eso sí, en todo caso cuenta con que para comprar un 812 Superfast, por ejemplo, no te salvas de una larga lista de espera.

 

Artículo de Joan Bassa Moragues