A Mitsubishi las cuentas no le salen por más que lo intentan en Estados Unidos. Fabricar sólo unas 60.000 unidades al año no es rentable y mantener la planta de Illinois en ese país sale caro, de modo que han decidido por cesar la actividad productiva de todos los modelos «nacionales».
La planta de Illinois actualmente está funcionado al 50% de su capacidad y eso implica que la rentabilidad por unidad fabricada sea muy limitada, siendo una mejor opción trasladar la actividad productiva a cualquier país asiático en el que el coste de la mano de obra es más asequible.
De momento Mitsubishi no ha detallado en qué países serán fabricados los productos con destino a Estados Unidos pero casi con seguridad sean Tailandia y Filipinas las que reciban en cuestión de unos meses esa carga de trabajo extra. Este cambio en la estrategia de la marca no implica un cese de actividad en el Estados Unidos sino que seguirán vendiendo su oferta actual pero importada.
En el último ejercicio fiscal Mitsubishi vendió en Estados Unidos sólo 82.000 unidades, una cifra bastante pequeña para un mercado con tanto volumen. En la actualidad es un país que copa el 8% de las ventas mundiales de la japonesa (cerró el año 2014 con un total de 1,1 millones de unidades vendidas en todo el mundo).
De momento no hay un comunicado oficial por parte de Mitsubishi pero sí han mencionado que se está realizando una profunda estructuración de negocio a nivel global, incluyendo cambios en los centros de producción de todo el mundo.