Dicen que la risa va por barrios y como no, era cuestión de tiempo que volviesen a emerger las sospechas sobre el fraude de emisiones en alguna marca de automóviles.
Hoy hemos sabido que Mitsubishi está siendo investigada en Alemania en relación a que se cree que presuntamente, algunos de sus modelos -no los actuales, sino los más antiguos-, están equipados con un dispositivo de control de emisiones que podría ser fraudulento.
La policía alemana ha registrado al menos diez localizaciones de varios lugares, incluidos Frankfurt, Hannover y Ratisbona como parte de la investigación. Entre las compañías que se investigan se encuentra el proveedor de piezas Denso, productor de inyectores de los motores diésel y bombas para modelos Mitsubishi, que según hemos sabido, está cooperando con las autoridades en las investigaciones pertinentes.
Al parecer, tres de los puntos registrados pertenecen al grupo de fabricación Continental AG, que según los informes figura como testigo en el caso.
Una declaración oficial de los fiscales alemanes ha confirmado que: «Existe la sospecha de que los motores están equipados con el llamado dispositivo de apagado». Un componente similar al identificado en al menos once millones de unidades del Grupo Volkswagen que dio como resultado el mayor escándalo de la historia del mundo del motor»
Según hemos sabido, un portavoz de Mitsubishi en Alemania confirmó a la revista automovilística Automobilwoche que la compañía estaba siendo objeto de una investigación pero subrayó que Mitsubishi Europe es una importadora que no tiene nada que ver con la fabricación de los automóviles ni su desarrollo.
Los motores que están en el punto de mira son las mecánicas diésel de cuatro cilindros que cuentan con cilindradas de 1.6 y 2.2 litros. Estas mecánicas fueron homologadas en el marco de la normativa Euro 5 y Euro 6.
La policía alemana que está encargada de las investigaciones ha pedido la cooperación de todos aquellos propietarios que hayan adquirido alguna de estas mecánicas desde 2014.