Estamos seguros de que ya has oído hablar del motor del Toyota GR Yaris, una nueva unidad de tres cilindros con turbocompresor con novedades como la refrigeración de pistones con multi-inyección de aceite, válvulas de escape de gran diámetro y un puerto de admisión mecanizado. Con una cilindrada de 1.618 cm3, desarrolla un máximo de 261 CV (192 kW) de potencia y 360 Nm de par.
El motor DOHC de 12 válvulas, compacto y ligero, está asociado a una transmisión manual de seis velocidades, diseñada para adaptarse a sus elevados niveles de par. Como consecuencia, el GR Yaris tiene la potencia de un deportivo de alto rendimiento del segmento C, pero el peso de un modelo del segmento B -la tara es de solo 1.280 kg-.
Su relación peso/potencia de solo 4,9 kg/CV ayuda a alcanzar una aceleración de 0 a 100 km/h en menos de 5,5 segundos y una velocidad punta limitada electrónicamente de 230 km/h. Sin embargo, la firma nipona cree que puede ir un paso más allá y actualmente está desarrollando un motor de carreras de combustión interna que funciona con hidrógeno comprimido.
Sin embargo, no se trata de un motor de pila de combustible como la del Mirai, sino de un motor de combustión con un sistema de inyección y suministro de combustible modificado para quemar hidrógeno en lugar de gasolina. En su día hicimos un tutorial acerca de cómo funciona un motor de explosión que emplea el hidrógeno como combustible que puedes consultar en el enlace.
Como parte de su estrategia para lograr “una sociedad de movilidad neutra en carbono”, el nuevo motor basado en el bloque turboalimentado de 1.6 litros y tres cilindros del Toyota GR Yaris se usará en un Corolla Sport de competición para la serie Super Taikyu en Japón, el cual debutará el próximo 21 de mayo. El siguiente paso es introducir un motor de estas características en un automóvil de carretera.