Bugatti es una marca deportiva de superlujo, y para mantener su reputación, tienen que hacer siempre cosas extraordinarias.
Por si no lo recuerdas, en su momento, el Bugatti Veyron fue el inicio de todo. Se trataba del primer coche comercial de su categoría en conseguir un récord de velocidad. Cifras de potencia por encima de los 1000 CV -en las primeras unidades- y superiores a 1.200 CV -en las últimas unidades- permitían al Veyron acelerar casi sin fin hasta velocidades nunca antes alcanzadas por un vehículo de su categoría y producción.
Los trucos para alcanzar velocidades que superaban los 400 Km/h pasaban por un sistema de llaves especial que permitía al modelo acercarse al suelo unos mm, desplegar un enorme alerón y desbloquear la máxima potencia y velocidad.
A pesar de todos estos artilugios, el mantenimiento era fundamental. La lubricación debía ser perfecta, las presiones debían ser de libro y todo debía estar perfectamente equilibrado para que el modelo alcanzara su velocidad máxima.
Como curiosidad, mantener un Bugatti Veyron cuesta más que mantener un avión privado de pequeño tamaño. El coste anual de mantenimiento de un Bugatti Veyron es de algo más de 272.000 euros. Las cifras son disparatadas de los pies a la cabeza y, para que las veáis con claridad, os invito a que le echéis un ojo al precio del mantenimiento detallado de un Bugatti Veyron.
Si nos paramos a hablar de los neumáticos, en el caso del Veyron, un cambio de neumáticos ronda los 27.000 euros. El coste se debe a que el montaje, el equilibrado y el inflado se realizan en la fábrica de la marca en Francia. Los neumáticos viajan en avión y se montan por especialistas, pero ojo, porque no se trata solo de montar las gomas, hay que pegarlas a la llanta. Esto nos lleva a un segundo punto. La marca recomienda cambiar los neumáticos cada 4.200 km y recomienda sustituir las llantas cada tres cambios de neumáticos. Esto se debe a que las gomas van pegadas y selladas, tal y como os he comentado. Esta broma supone algo más de 54.000 euros (solo por las llantas, así que habrá que sumarle los neumáticos de nuevo).
El hecho de que las gomas vayan literalmente selladas y pegadas a las llantas es que debido a las altas velocidades, estas tienen a separarse del neumático y claro, hay que mantenerlas unidas si no queremos «armarla». Además de esto, los neumáticos que se montan en el Veyron o en el Chiron cuentan con el sello «BG», están perfectamente equilibrados y han sido diseñados en exclusiva para las altas velocidades.
Ayer supimos que el Bugatti Chiron alcanzó los 490,484 km/h y se ha convertido en el vehículo de producción más rápido del mundo gracias en parte a sus neumáticos.
El nuevo récord de velocidad para un vehículo de producción en serie se consiguió con una unidad de pre producción del Bugatti Chiron durante el pasado mes de agosto, en la pista de pruebas de Bugatti en Ehra-Lessien, en el norte de Alemania, y con el piloto de pruebas de la marca Andy Wallace al volante.
Los neumáticos MICHELIN Pilot Sport Cup 2 utilizados para establecer este récord son muy similares a los neumáticos con especificaciones estándar OE. Se identifican por el marcaje ‘BG’, lo que significa que se han desarrollado para ser instalados en el Bugatti, y que están homologadas para su utilización en carretera. La única diferencia es que el cinturón de carcasa de los neumáticos utilizados en el récord contaba con refuerzos específicos para soportar la fuerza centrífuga a la que los neumáticos se ven sometidos a velocidades tan elevadas, equivalente a 5.300 veces la fuerza de la gravedad.
Para el desarrollo de los Pilot Sport Cup 2 especialmente diseñados para el Bugatti Chiron, Michelin utilizó su Centro Tecnológico en Ladoux, Francia, así como las instalaciones en Charlotte SC, en los Estados Unidos, donde se recurrió a un equipamiento especial para someter a los neumáticos a las pruebas más extremas. Debido a la alta velocidad que es capaz de alcanzar el Bugatti Chiron, Michelin utilizó una máquina diseñada para realizar pruebas con los neumáticos que equipa el Transbordador Espacial, que permite llevar a cabo ensayos a velocidades de hasta 510 km/h.
Para este excepcional vehículo, los ingenieros de Michelin y de Bugatti trabajaron en el desarrollo conjunto de los neumáticos y del chasis, aprovechando al máximo los avances tecnológicos, los materiales y las últimas técnicas de producción. Este proceso de desarrollo del neumático y del vehículo de forma simultánea, ha dado como resultado un neumático con las prestaciones necesarias para un superdeportivo como el Bugatti Chiron.
Aunque nos han revelado el precio unitario, intentaremos conseguirlo. Lo que sí que sabemos son las dimensiones:
Delanteros: MICHELIN Pilot Sport Cup 2 285/30 R20 (99Y)
Traseros: MICHELIN Pilot Sport Cup 2 355/25 R21 (107Y)