En el reciente Salón del Automóvil de Frankfurt 2019, Continental nos ha presentado uno de los neumáticos más innovadores de los últimos tiempos. Todavía en fase experimental, su mayor peculiaridad reside en el hecho de que es capaz de controlar el estado del neumático y ajustar la presión de forma automática gracias a una ingeniosa integración electrónica y de ingeniería.
La presión de los neumáticos puede resultar un gran problema en materia de eficiencia, un tema muy de moda en la actualidad. Según estudios recientes, un neumático desinflado en 7.5 psi podría llegar a suponer una disminución del 2.8% en la eficiencia de combustible, y las fuentes sugieren que más del 25% de los automóviles lleva incorrectamente inflados los neumáticos.
Precisamente por esa razón, el neumático de Continental es capaz de controlar varios parámetros críticos, tales como la banda de rodadura, la integridad del neumático o la presión del mismo para, en consecuencia, ajustar la presión a las circunstancias concretas. El fabricante de neumáticos ha bautizado este prototipo como tecnología CARE: Conectado, Autónomo, Confiable, Electrificado.
Para regular la presión de los neumáticos, Continental emplea una bomba centrífuga integrada en la rueda. Dicha bomba utiliza la fuerza de giro de la rueda para aumentar la presión de aire del neumático y mantenerlo así en las especificaciones adecuadas. Con ello, la compañía espera tener vehículos más eficientes en la carretera, que permitan disminuir notablemente las emisiones de CO2.
Además, este neumático ayudará a crear automóviles más seguros, especialmente en el caso de las flotas de empresa y transporte, así como más prestacionales, ya que la tecnología PressureBoost de Continental utiliza aire para adaptar rápidamente las presiones de los neumáticos a diversas situaciones de conducción. Esta tecnología es el siguiente paso en el desarrollo de neumáticos, pero todavía no sabemos cuando será una realidad.