Puede que el nombre de Johann Hammerschmidt no te suene demasiado, pero este ingeniero austriaco es el creador de la Johammer J1 que ves en las imágenes, una motocicleta 100% eléctrica que se ha convertido en la primera en homologar una autonomía de nada menos que 320 kilómetros (con una batería más pequeña alcanza los 240 km). Eso sí, bonita lo que se dice bonita… pues no es.
De hecho, su diseño ha obtenido críticas de todo tipo, aunque quizá las más curiosas son aquellas que comparan la carrocería de esta moto con un trozo de techo de un cobertizo, las pinzas de una langosta art déco o una variante retro de la mítica Salsbury. Incluso algunos han llegado a preguntarse si no se han equivocado y está al revés.
Para su fabricación se han utilizado aluminio en el chasis y plástico en la carrocería, a fin de reducir el peso y permitirla alcanzar una velocidad máxima de 120 kilómetros por hora. Con el paquete inferior de baterías, su peso asciende hasta los 160 kilogramos, mientras que la versión tope de gama asciende ligeramente hasta detener la báscula en los 177 kilos.
El paquete de baterías está centralizado por debajo del piloto, mientras que el motor eléctrico y la centralita se ubican en la rueda trasera.
En cifras, la Johammer J1 cuenta con una distancia entre ejes de 1.455 mm, una altura del asiento de 650 mm y un ángulo de inclinación de 43 grados; mientras que el centro de gravedad se sitúa a 350 mm del suelo para «ofrecer más sensación de seguridad y comodidad en los movimientos«. Adicionalmente y, como curiosidades, debéis saber que esta moto cuenta con marcha atrás para facilitar las maniobras de aparcamiento y con un acelerador regenerativo al girarlo hacia delante, pero sin duda alguna lo más llamativo es la ausencia de cuadro de instrumentos, pues la información se muestra por LEDs en los espejos retrovisores.
Jodes es mas fea que una nevera por detras
parece un caracol.usaron todo el dinero en prestaciones y le recortaron el sueldo al diseñador
Es como una oruga con ruedas
Para eso esta volta