Adiós al chollo de los coches eléctricos en Noruega. El Gobierno ha estado monitorizando las matriculaciones de este tipo de vehículos durante los últimos meses y no le salen las cuentas así que desde el año que viene se introducirán ciertos impuestos que compensen un poco la balanza.
Desde hace ya muchos años en Noruega se ha buscado impulsar la venta de vehículos eléctricos incentivando su compra con «detalles» muy atractivos como la exección del IVA o el Impuesto de Circulación Anual, y añadiendo ventajas como peajes o traslados entre fiordos a coste cero.
Todo esto ha estado muy bien para impulsar las matriculaciones y que así los ciudadanos pudieran adaptarse a estos vehículos viendo más ventajas que defectos. El problema ha llegado cuando el 90% de los coches son electrificados y no hay dinero para sostener el sistema de carreteras actual, algo que además es caro debido al clima extremo que vive buena parte del páis (la sal perjudica mucho el asfalto al igual que las ruedas con clavos que se usan en ciertas zonas).
El impuesto al peso se aplicará en todos los vehículos pero lógicamente serán los eléctricos los más perjudicados al ser mucho más pesados que los de combustión tradicional
Desde el año 2023 aquellos que quieran comprar un coche verán como el precio subirá considerablemente al tener que abonar una nueva tasa que gravará los vehículos en función del peso. Los primeros 500 kg serán gratuitos y a partir de ahí habrá que pagar cierta cantidad. Esto hará que los eléctricos con gran batería tengan precios muy superiores.
Si esto ya es una faena, hay que señalar que los vehículos eléctricos hasta ahora estaban exentos del pago del IVA pero desde el 1 de enero de 2023 solo lo estarán aquellos eléctricos que tengan un precio inferior a las 500.000 coronas noruegas, una cifra razonable para evitar subvencionar los vehículos de lujo como ha venido ocurriendo hasta ahora.
Desde enero los coches eléctricos que cuesten más de medio millón de coronas noruegas (47.500 € al cambio actual) deberán abonar un 25% de IVA, algo que ya permitirá recaudar dinero suficiente para invertir en infraestructuras. Además se ha anunciado que poco a poco se irán dejando de bonificar tanto los ferries como los peajes y aparcamientos. Es por tanto el fin del boom de las ayudas al eléctrico y ahora solo queda ver si los noruegos seguirán apostando por estos vehículos o si, viendo que no cuentan con esas ventajas tan interesantes, no los consideren tan buena compra.