El pasado Salón del Automóvil de Frankfurt 2017 fue el escenario elegido por Renault para presentar la nueva generación del Mégane RS, una interesante alternativa deportiva que muchos fans de la marca estaban esperando desde hace tiempo. Se ofrecerá en dos versiones, ambas cargadas de deportividad y dinamismo.
El aspecto estético suele jugar un papel importante en los “Hot-Hatch” y el Mégane creemos que no decepcionará a nadie. Sin ser un producto especialmente recargado, se percibe diferente al resto de la gama gracias a los paragolpes de diseño exclusivo, la salida de escape en posición central o los llamativos faros antiniebla. Si además optas por algún tono poco discreto, girará cabezas a su paso.
En el interior sin embargo las diferencias con las variantes menos deportivas son pequeñas. Salvo el volante deportivo, la tapicería o algunas molduras, podría decirse que el Mégane RS 2018 es bastante convencional y quizás se eche de menos algún elemento que ponga un toque diferenciador. Suponemos esto es algo que va por gustos.
Bajo el capó Renault propone el bloque 1.8 TCe estrenado en el Alpine y que desde hace poco también se comercializa en el Espace. Para el Mégane RS se ofrecerá en dos variantes, la convencional con 280 CV y 390 Nm de par, la cual es capaz de detener el cronómetro en el 0 a 100 km/h en sólo 5,0 segundos; y la RS Trophy que eleva la potencia hasta los 300 CV y 400 Nm de par motor.
Un detalle importante que gustará a los usuarios es que por fin Renault dará la posibilidad de elegir entre una caja de cambios manual con seis velocidades (para captar la atención de los más puristas) o la transmisión de doble embrague EDC que incluirá levas en el volante para acelerar los cambios cuando funcione en modo secuencial.
Por ahora se desconocen la fecha exacta para su comercialización, el precio o el equipamiento de serie.
Lógicamente Renault Sport ha trabajado mucho en la puesta a punto del nuevo modelo para garantizar un comportamiento de primera. Entre otras cosas cuenta con una suspensión específica con dos tarados diferentes, normal y Cup (opción), ligeros cambios en el funcionamiento de la dirección a las cuatro ruedas, frenos sobredimensionados, un nuevo selector de modos de conducción, etc.