Unos días después de que la Comisión Europea anunciara la puesta en marcha de una investigación para saber si la Unión Europea (UE) necesita imponer aranceles a los vehículos eléctricos chinos, nos llegan curiosas noticias desde nuestro país vecino. Al parecer, Francia está preparando una forma sutil de reducir las ventas de coches eléctricos chinos.
Más concretamente y, según recoge Reuters, Francia está preparando una legislación que excluirá indirectamente a los vehículos eléctricos procedentes de China. Para ello, el país galo establecerá unos nuevos requisitos para acceder a las subvenciones del estado de 5.000 euros para la compra de vehículos eléctricos. Y dentro de estos nuevos requisitos más estrictos está la trampa.
¿Por qué esta medida? Porque China se va a hacer con Europa y vamos tarde. Los fabricantes de automóviles no están pasando por un buen momento a nivel internacional. Para mayor inri, la Unión Europea les está poniendo las cosas todavía más difíciles. Básicamente, los fabricantes de automóviles europeos están luchando con una mano atada a la espalda.
Las regulaciones europeas hacen que los vehículos fabricados en el Viejo Continente sean en torno a un 40% más caros de fabricar que los rivales fabricados en China. Mientras tanto, la demanda de automóviles fabricados en China es tan grande que el país no tiene ni siquiera suficientes barcos para satisfacer la demanda de exportación de automóviles nuevos.
Francia apunta directamente a los coches eléctricos chinos
Los planes de Francia pasan por incluir entre los requisitos para las ayudas estatales a la compra de vehículos eléctricos nuevas reglas referentes a la producción sostenible. En otras palabras, será un requisito indispensable para que el vehículo sea subvencionable que en su producción no se haya empleado energía especialmente contaminante.
¿Cuál es entonces la trampa? Que la gran mayoría de factorías chinas emplean carbón como principal fuente de energía en la fabricación de automóviles. Sin duda alguna, el presidente francés, Emmanuel Macron, y los ministros del gobierno, se lo han currado para excluir a los vehículos eléctricos chinos del plan de incentivos y, con ello, intentar proteger las industria europea.
Sin embargo, no es oro todo lo que reluce. La idea puede parecer a priori maravillosa y tremendamente efectiva, pero ¿Realmente necesitan los coches eléctricos chinos las subvenciones? La respuesta es que no, al menos hoy por hoy. Incluso sin ayudas estatales, los modelos eléctricos chinos siguen siendo más baratos que sus homólogos europeos subvencionados.
Puede que la llegada del nuevo Citroën C3 y el Renault 5 cambien la historia, pero actualmente la realidad es que los coches chinos seguirán siendo más atractivos en precio, aunque Francia les deje fuera de las ayudas el próximo mes de diciembre. Esta es la fecha en la que está previsto que el país imponga los nuevos estándares, junto con un listado de los vehículos subvencionables.