Recientemente Yamaha desveló la nueva YZF-R125 2019, un modelo llamado a convertirse en superventas gracias a su provocadora estética sin la necesidad de tener carnet de moto. Ahora, la familia se completa con la nueva Yamaha YZF-R3, el último modelo de la compañía japonesa que una vez más apuesta por una apariencia deportiva y afilada para destacar entre su dura competencia.
La nueva Yamaha YZF-R3 de 300 cm³ llega a un segmento que ha aumentado considerablemente su demanda en los últimos años, donde el cliente habitual busca dar el salto de las 125cc. Yamaha se ha inspirado en el mismo modelo del Campeonato del Mundo de Supersport 300 para diseñar el modelo final de calle, algo que es evidente nada más echar un vistazo a su estética agresiva y colores.
La firma japonesa ha querido celebrar el 20 aniversario de la YZF-R1 por todo lo alto renovando al completo al completo su gama deportiva, siempre manteniendo la esencia original de la marca con ese toque de carreras. La nueva YZF-R3 tendrá duros rivales en el mercado, pero apunta a convertirse en uno de los modelos más atractivos que podemos conducir con el carnet A2.
Su estética deportiva ha sido heredada directamente de la YZF-R1, con líneas musculosas y afiladas que consiguen una mirada poderosa.
Su exterior ha sido diseñado tomando como referencia la YZF-R1, con la diferencia de que esta está propulsada por el ya conocido motor bicilíndrico en línea con inyección de combustible de 321 cm³ que no recibe nuevos cambios. Por ello, mantiene los 42 CV a 10.750 rpm y 29,6 Nm de par motor a 9.000 rpm de su predecesora. Los cambios visuales son algo más notables, adaptándose al lenguaje de diseño actual de la marca con dos grandes faros en el frontal y una prominente toma de aire.
Gracias a estos cambios se ha mejorado la aerodinámica, lo que permite una velocidad máxima hasta 8 km/h superior gracias a que la resistencia al viento disminuye un 7%. Otro de los cambios que encontramos está en el ciclo, donde la horquilla convencional ha sido sustituida por una horquilla invertida KYB de 37 milímetros con nuevas tijas. Mantiene el mismo chasis tubular construido en acero de alta resistencia e incorpora el cárter del motor para dar un mayor equilibrio.
El depósito se ha movido ligeramente y los semimanillares están hasta 22 mm más bajos para conseguir una conducción más deportiva. Por último, el panel de instrumentación también es nuevo, que destaca por una pantalla LCD de gran tamaño retroiluminada que nos muestra un tacómetro digital, indicador de marcha engranada, velocímetro o el nivel de combustible entre otros.