La nueva generación del 911 Turbo S ofrece una potencia, unas cualidades dinámicas y un confort sin precedentes. La versión cumbre de la gama 911 se lanza tanto en variante Coupé como Cabriolet, ambas propulsadas por un nuevo motor bóxer de 3.8 litros con dos turbocompresores VTG de geometría variable.
Desarrolla una potencia de 650 CV (478 kW), lo que supone 70 CV (51 kW) más que su antecesor. El par máximo es ahora de 800 Nm (incremento de 50 Nm). Con la transmisión PDK de doble embrague y ocho velocidades, es capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en 2,7 segundos (0,2 segundos más rápido que antes).
Por otra parte, las dimensiones del 911 Turbo S han aumentado considerablemente, en línea con sus mejoras dinámicas. La carrocería es 45 milímetros más ancha en el eje delantero (1.840 mm en total) que la de su predecesor y la anchura total es de 1.900 mm en la zona del eje trasero (incremento de 20 mm).
El ancho de vía modificado, una aerodinámica aún más optimizada y las nuevas medidas en los neumáticos de distinto tamaño en cada eje contribuyen a su agilidad y deportividad. Delante, la vía es 42 mm mayor, mientras que en la parte posterior crece en 10 mm.
Pero sin duda alguna el punto fuerte es la aerodinámica adaptativa de la que hablamos hoy, la cual incluye ahora el control de unos deflectores de aire de refrigeración en el frontal y, además, un alerón trasero es más grande que ha sido rediseñado para aumentar la carga aerodinámica.
Las nuevas opciones de equipamiento subrayan la imagen mucho más deportiva de este 911 con tracción integral. Entre ellas se incluye el chasis deportivo con suspensión adaptativa Porsche Active Suspension Management (PASM), que rebaja la altura de la carrocería 10 milímetros, y el sistema de escape deportivo con unos flaps ajustables que garantizan su sonido único.